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En Sarandí 250, Robert Retamar reúne la historia de las casas introductorias de platería criolla en Uruguay, además de mencionar a los plateros, a los que les dedicará su próximo libro.
A Robert Retamar, de 50 años, siempre le gustaron mucho las antigüedades y por eso empezó por vender muebles antiguos.
Eso le permitió vincularse con gente que, como a él, le apasionaba la platería criolla y que le fue mostrando varias piezas de cuchillería.
“Al estar más metido en el tema, me fue picando el bichito, así que un día dejé de lado los muebles y me dediqué de lleno a la platería”, contó.
Empezó a comprar piezas, se quedaba con una parte para su colección y el resto lo comercializaba. De esa manera fue armando una vasta cartera de clientes, no solo en Uruguay, sino también en Argentina y Brasil, países en los que hay un gran interés por este tema.
Pero ese nunca fue su trabajo principal. Nacido en Fray Bentos (departamento de Río Negro), siempre había vivido en esta ciudad hasta que hace unos 20 años su padre compró un predio sobre la ruta de acceso al Puente Internacional General San Martín, que comunica Uruguay con Argentina, y construyó allí el Apart Hotel Amter. Robert se mudó a esa zona y con el tiempo quedó al frente de este hotel que suele alojar a los argentinos que se dirigen al Este uruguayo.
En su establecimiento hotelero dispuso de un espacio especial para las piezas de platería, una especie de tienda de antigüedades para despuntar su pasión. “Estoy brindando un servicio de hotelería, pero también trato de informar a las personas sobre la platería criolla”, apuntó a El País.
Durante todos esos años fue juntando material y piezas.
“La búsqueda de información me fue llevando a comprar más información cada día, hasta que el año pasado un par de amigos me convenció de volcar todo eso en un libro para que quedara para futuras generaciones interesadas en la platería”, relató Robert.
Fue así que nació Sarandí 250. Cuchillería y Platería en el Uruguay de los siglos XIX y XX, un libro muy completo de platería criolla que se presentó en diciembre pasado en Montevideo, en la casa Zorrilla Subastas, con gran aceptación del público al punto que hoy lleva vendidos unos 500 ejemplares. Su precio es de US$ 60.
¿Qué había en Sarandí 250?
El libro lleva por título la dirección en Montevideo de la reconocida armería Broqua & Scholberg. Tiene 260 páginas de información y fotos. Cuesta US$ 60.
Gran material de archivo para consultar.
“La base del libro es la historia de las casas uruguayas introductoras de platería, de 1859 a 1950 más o menos. Son unas 80-90 casas que comercializaban cuchillería, platería, armería, talabartería… todo tipo de piezas relacionadas a la platería criolla. Ese es el puntapié inicial de Sarandí 250”, explicó Robert.
El coleccionista había reunido toda esa información para tener un registro y poder ilustrar a sus clientes sobre lo que vendía; nunca imaginó que terminaría siendo un libro.
Recibos comerciales, catálogos de armerías, publicidad de diarios de la época, entre otras cosas, forman parte de ese gran rompecabezas que fue armando de cada casa introductora hasta contar con la información necesaria para convertirlo en un libro de 260 páginas que imprimió en Imprenta Pam.
“Lo armé yo solo. Toda la parte de texto está escrita por mí y es la información que durante años estuve guardando y que he ido comprando. Las fotos también son en su mayoría mías o de tres o cuatro coleccionistas importantes del Uruguay que me las cedieron gentilmente o me dejaron fotografiar sus piezas”, detalló.
El título de la publicación tiene un doble significado para el autor. Primero se trata de la dirección en Montevideo de la emblemática armería Broqua & Scholberg, fundada en 1882 y con sucursales en Santa Fe y Rio Grande do Sul.
“Fue una de las más grandes que hubo acá; no solo era armería sino que también era un bazar, una ferretería… vendía diferentes artículos, entre ellos cuchillería. En Uruguay las hojas Broqua & Scholberg eran de las más reconocidas”, apuntó el coleccionista.
El segundo significado remite al nombre que Robert le puso al grupo de WhatsApp que creó hace cinco años para compartir información sobre platería criolla. Lo conforman unos 300 miembros, entre ellos argentinos y brasileños, que también le dieron impulso a su creador para sacar el libro que hoy se consigue en distintos puntos del Uruguay. En Montevideo se lo encuentra en la librería Linardi y Risso y también en Zorrilla Subastas.
Robert contó que el arquitecto William Rey Ashfield, director general de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación, tiene intención de declarar a la publicación como patrimonio cultural inmaterial.
El próximo libro.
El coleccionista dijo que quedó mucha información afuera del libro, por lo que tiene previsto hacer otro pero solo sobre los plateros uruguayos, “que han hecho trabajos excepcionales y nadie ha escrito nada sobre el tema”, destacó en diálogo con El País.
Mencionó como ejemplo la historia de Alipio Suárez, el platero que le realizó el recado al caudillo nacionalista Aparicio Saravia. “Estoy trabajando en eso. Lleva más tiempo porque tengo que recolectar la biografía de todos los plateros y hay muy poca información al respecto. Sarandí 250 es más bien un registro fotográfico y de información de las casas introductoras con los sellos de las hojas, pero falta la otra parte, que es la platería que tenían esa hojas. Es ahí donde entran los plateros y toda su historia”, acotó sobre el contenido que tendría esta nueva publicación.
Robert sabe que el tema le interesa a mucha gente en el Río de la Plata, de Uruguay y el litoral argentino, así como también de Brasil, sobre todo de la zona cercana de Rio Grande do Sul.
“Hace unos cien años era muy tradicional tener un cuchillo; cada paisano quería tener su arma para desfilar, para lucirla. Eso fue creando un mercado muy grande de muchos clientes y apasionados por la platería criolla”, señaló uno de los cultores de esa pasión para la que considera que está dejando el legado informativo que estaba faltando.
De cuchillería y sus casas introductoras a los plateros
Sarandí 250 ofrece información sobre aproximadamente 80-90 casas introductoras de platería criolla; luego hay cerca de 200 fotos de hojas de tijeras de esquilar y unas 150 fotos de sellos de plateros uruguayos desconocidos, además de la biografía de algunos de ellos. Finalmente hay una sección con información sobre cuchillerías y armerías, desde las dos más grandes y famosas -Broqua & Scholberg y Mailhos-, hasta las más pequeñas.