TALLERES CON CABALLOS
El programa Bienestar con Caballos brinda talleres enfocados en que los jóvenes puedan lograr salir de diferentes situaciones de vulnerabilidad y evitarlas.
Lucas se despertó a las 3 de la madrugada y miró el reloj, porque había que levantarse temprano, pero todavía faltaba. Es que el entusiasmo por salir de paseo le provocó lo mismo que a sus compañeros: en pocas horas irían desde Montevideo a Maldonado para asistir a un taller con caballos.
Sobre las 9.30 de la mañana los chiquilines, que son en total siete alumnos de 3° y 4° año de liceo del centro educativo Los Pinos, institución que trabaja con niños y adolescentes de Casavalle, llegan al haras ubicado en Pueblo Edén, donde son recibidos por los anfitriones Federico Turcio y Marianna Espasandín, junto a su hijo Renato.
Las miradas aún van al piso, no se hablan entre ellos. Dicen que viajaron todo el trayecto desde la capital casi en silencio. Pero esta familia que los invitó a pasar el día sabe cómo romper el hielo y, presentación mediante, arman una ronda y con un desayuno y broma va, chiste viene, los gurises comienzan a entrar en confianza. Confianza, uno de los temas que justamente se tratará en un rato.
Federico y Marianna trabajan con caballos desde hace muchos años y tienen dos extensos currículums que, entre otras cosas, incluyen carreras de psicología, marketing, auxiliar en veterinaria de equinos y variedad de cursos relacionados a caballos. Esta pareja sabe de lo habla cuando habla de caballos y, sobre todo, están seguros de que estos animales pueden ayudar a las personas en muchos aspectos, siendo uno de ellos que los jóvenes puedan lograr salir de diferentes situaciones de vulnerabilidad y evitarlas.
No pasa mucho rato y las charlas ya son más fluidas. Entre juegos, instrucciones básicas para saber cómo comportarse al interactuar con los caballos e instancias en las que se intercalan risas con temas profundos como el liderazgo y la no violencia, entre otros, la mañana comienza a avanzar cada vez con mayor conexión.
Hasta el más tímido se anima a contar adelante de todos una situación personal que vivió hace un tiempo, hasta el más extrovertido y bromista se pone serio y habla de un momento que hace unos meses lo hizo sufrir: se habla de sueños, de futuro, de respeto, de fútbol, de la importancia de pedir ayuda cuando se precisa, de empoderarse, de confianza y más.
Sin prejuicios.
“Los caballos no tienen prejuicios, no les importa de dónde venimos”, dice Marianna a los jóvenes que escuchan atentos las indicaciones minutos antes de interactuar cara a cara con esos animales que ya vieron de lejos.
Marianna y Federico explican lo básico que hay que saber para acercarse a un caballo: no pararse detrás porque por más manso que sea puede patear; que en todos los casos si el animal reacciona de forma violenta es porque se siente amenazado por lo que hay que evitar los movimientos bruscos; que hay que transmitirles confianza y tranquilidad. Tras una meditación de 15 minutos, que Marianna guía para que todos estén lo más calmados posible antes de entrar al corral, llega el momento que desde hace días todos esperaban.
Una vez con los caballos, a través del lenguaje corporal, la respiración y las emociones, los jóvenes comienzan a tomar una posición de liderazgo.
En jornadas como esta, en la que se aprende a liderar al caballo a través de la tranquilidad y la observación, se puede mejorar el bienestar de adolescentes que muchas veces viven en contextos vulnerables pero que aquí son bienvenidos sin prejuicios, en un ambiente alejado de la violencia, adicciones o descuidos que pueden experimentar en sus entornos.
Los objetivos del programa Bienestar con Caballos son el cambio de actitud y de comportamiento como resultado de la reducción de la violencia usualmente utilizada para resolver conflictos interpersonales, por ejemplo, violencia doméstica, violencia juvenil y violencia intrafamiliar, explicaron Federico y Marianna.
La idea en la que se basa Bienestar con Caballos es simple, los ejercicios son fáciles, lo que se aprende también es sencillo, pero lo que una persona, sobre todo un adolescente, se puede llevar de una experiencia tal, es más profundo de lo que se puede pensar. Para prueba basta con ver que la timidez con que entraron los chiquilines de Casavalle no pudo contra la confianza con la que regresaron a Montevideo.
Las dudas con las que llegaron tampoco pudieron contra las reflexiones que juntos hicieron durante el día y que los llevaron a compartir vivencias, de las lindas y de las no tan lindas, que han tenido en el último tiempo. Y cuando más temprano alguien les preguntó qué querían ser de grandes, varios dijeron que aún no sabían, uno dijo que médico, otro que jugador de fútbol, y uno de los más chicos señaló con convicción que no sabe a qué se dedicará, pero lo que sí sabía es que en algún momento va a “tener un campo y voy a tener muchos caballos”.
PACTO, un método sin violencia.
El programa Bienestar con Caballos surge en 2019 con la idea de aplicar lo aprendido en varias corrientes, a nivel mundial, sobre la relación de las personas con los caballos con una perspectiva social.
Sus fundadores, Federico y Marianna, se formaron con expertos reconocidos internacionalmente, como por ejemplo con el estadounidense Monty Roberts.
La técnica que utilizan en el el Haras El Ángel, ubicado en el kilómetro 22 de la ruta 12, en Pueblo Edén, es el método PACTO, que fue traído a Uruguay desde Estados Unidos como una forma de entrenar a los caballos sin violencia. Los objetivos principales incluyen mejorar la regulación emocional del participante, desarrollar habilidades de liderazgo pacífico y mejorar su autoestima. Las nuevas habilidades se relacionan luego con las vidas de los participantes, explicaron Federico y Marianna.
En cada taller está presente por lo menos un psicólogo y un médico que, además de asesorar, también interactúan con los participantes y desarrollan las actividades de los talleres. El sitio web de Bienestar con Caballos esbienestarconcaballos.com.
Actividades sencillas, pero profundas.
A la hora de hablar de liderazgo, la confianza es uno de los pilares. La confianza en uno mismo y la confianza de quien se pare enfrente.
Federico y Marianna, junto a su equipo, propusieron un ejercicio que a pesar de su sencillez costó: los adolescentes debían caminar en un espacio delimitado para que al escuchar la orden se pararan y quedaran frente a frente en pareja con alguien.
Lo que pedían entonces los talleristas incomodó a varios, que entre risas y no poder sostenerlo más de unos pocos segundos, lo intentaron: debían mirarse fijamente a los ojos y decir afirmaciones como por ejemplo “puedes confiar en mí”.
Luego de varias rondas, el ejercicio salía cada vez mejor y la timidez o la risa dieron paso a la confianza. Con esa misma confianza fue que minutos después los adolescentes interactuaron con los caballos, liderándolos con tranquilidad.
Experiencias para replicar.
Bienestar con Caballos trabaja con jóvenes de contexto vulnerable desde el año 2019 y también organiza talleres para familias y empresas, con planes de expandirse a más sectores de la sociedad en los que sus fundadores están convencidos de que sus caballos harían un importante aporte.
Esta pareja realizó cursos en el exterior y vivieron experiencias como las de ser invitados a Estados Unidos para trabajar con internos de Prisión Estatal de Florence, Arizona, donde se apuesta a la rehabilitación de presos en base al cuidado y adiestramiento de caballos y burros salvajes.
Federico y Marianna enseñan hoy con un métodos que acerca a la comunicación sin violencia, las relaciones basadas en la confianza y del liderazgo sin agresión.