El espacio cultural CRA recibió dos valiosas donaciones que emocionaron a sus dueñas

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Espacio CRA

HISTORIAS

Un piano alemán que data de 1903, donado por una pareja de Costa Azul, y las butacas y equipamiento del Teatro Tractatus de Ciudad Vieja son parte ahora de este centro cultural de La Floresta.

A fines del año pasado, Alicia Escardó y Sussy Asuaga, dueñas del Espacio de Creatividad y Arte de La Floresta (Espacio CRA), recibieron una propuesta muy particular. Un señor llamado Ricardo Gómez Orti les consultó si les interesaba recibir en donación un piano vertical Blüthner, hecho en Leipzig (Alemania).

Ricardo tiene 82 años y hace poco más de un año que se fue a vivir a Costa Azul con su esposa Aurora Delfino, aprovechando que ambos están jubilados, él como neonatólogo y ella como neuropediatra.

El piano está allí desde que se mudaron de una casa grande a un apartamento en Pocitos, donde no había lugar para el instrumento.

“Mi padre me lo compró en el año 50 porque yo estaba estudiando piano. Sé que lo compró en una casa en El Prado, a una familia que se quería deshacer de él”, contó Ricardo a El País. Siguió con esos estudios un tiempo, hasta que empezó su carrera universitaria y abandonó el piano.

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Las butacas, donadas por Teatro Tractatus, pertenecieron al casino del Hotel Conrad.

“Cuando quise reiniciar, los años y mi artrosis de los dedos no me dejaron”, recordó. El piano empezó a tener cada vez menos uso y a Ricardo le dio lástima que cuando él y su esposa ya no estuvieran el instrumento terminara en un remate.

Entonces empezó a averiguar a quién le podría interesar tenerlo. Pensó en una escuelita de Costa Azul, pero se dio cuenta de que “si entraba el piano, tenían que salir los chiquitos porque la escuela es muy chica”, señaló entre risas.

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El piano debió desarmarse para el viaje a La Floresta y se trasladó tecla por tecla.

Fue ahí que le sugirieron Espacio CRA, lugar que conocía de cuando era un cine. “En los años 60 yo iba principalmente a La Floresta, a la casa de unos tíos de mi señora. Íbamos al cine, era todo un espectáculo, vimos muchos estrenos allí. Después cerró y supe que empezaron este emprendimiento cultural, pero nunca se me ocurrió entrar”, contó.

Hasta que en 2020 lo hizo y así encontró nuevo hogar para este piano de caoba elaborado por una de las mejores fábricas de piano del mundo. El instrumento cuenta incluso con un número de identificación que le permitió a Ricardo consultar en el sitio web de Blüthner y enterarse que fue fabricado en 1903.

“Fue una gran alegría que Alicia y Sussy lo aceptaran porque ahora toma una nueva vida y renace. No tengo tristeza; tristeza hubiese sido que ese piano quedara en un rincón. Además estoy tan cerquita que cualquier día paso por ahí y lo toco”, dijo quien confesó que hoy toca muy poca cosa. “Algo para mis nietos y nada más”.

Espacio de Creatividad y Arte en La Floresta

El Espacio de CRA funciona en un viejo casino y luego cine desde setiembre de 2019. Está a cargo de las gestoras culturales Alicia Escardó y Sussy Asuaga.

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Alicia Escardó y Sussy Asuaga están al frente de Espacio CRA desde setiembre de 2019.

La odisea del traslado.

Otro capítulo de la historia fue el traslado del instrumento de Costa Azul a La Floresta. Ricardo se ofreció a desarmar y volver a armar el piano porque había estado presente cuando su padre y un amigo afinador hicieron esa misma tarea en los años 50. Fue un trabajo que se hizo pieza por pieza, tecla por tecla, y que él recordaba muy bien ya que tuvo que realizarlo años después, cuando el piano viajó de Montevideo a Costa Azul.

Lo anecdótico del caso fue que el mediodía del sábado en que todo estaba pronto en la camioneta para iniciar el traslado, se largó una lluvia torrencial. “Tuvimos que dejarlo orear unos días, por suerte no le pasó nada. Yo había sacado los martillos, los pedales, las teclas; así que todo eso se salvó”, recordó.

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El piano Blüthner donado por Ricardo Gómez Orti fue hecho en Leipzig y data de 1903

Luego Alicia y Sussy llamaron a un afinador amigo, un alemán conocido como Fri que afina órganos por toda Latinoamérica. Su ex dueño pidió para estar presente y también “supervisó” ese proceso.

En febrero, Ricardo piensa inscribirse con Aurora en el taller de literatura de Espacio CRA porque le ha dado por escribir cuentos cortos.

“Me avergüenzo de mostrarlos, así que se los voy a dar primero a Alicia para ver qué me dice”, contó entre risas.

En cuanto al piano, en Espacio CRA funciona una escuela de música y una de sus clases es de teclado, por lo que será muy útil en ese curso. Además, está ubicado en una nueva sala que armaron de café concert, para la que ya han recibido propuestas de varios artistas para actuar allí.

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Un afinador, el alemán Fri, vino especialmente al país para afinar el piano donado. 

Otra donación sorpresa.

Una de las salas culturales que la pandemia obligó a cerrar el año pasado fue el Teatro Tractatus, ubicado en la Rambla 25 de Agosto e Ituzaingó. Su dueño, el argentino Gustavo Gelman, lo abrió en 2009, cuando llegó a Uruguay luego de haber vivido 15 años en Canarias.

El teatro nunca dio ganancia, siempre hubo que poner dinero para que funcionara. “Era un proyecto defendido no desde la perspectiva de hacer un negocio sino de estar en contacto con cierto tipo de manifestaciones de la comunidad que a veces solo el teatro tiene el espacio adecuado para dar”, explicó Gustavo a El País.

La COVID-19 hizo más imposible aún que Tractatus siguiera con vida y su dueño decidió cerrarlo. Alicia, que conocía a Gustavo de trabajar con él en proyectos culturales, le preguntó qué iba a hacer con las cosas de la sala, ya que ella tenía su propio espacio cultural.

“¡Ah!, llévense todo lo que quieran”, les respondió Gustavo. Así que fueron y cargaron un camión entero que incluyó las luces con su parrilla, telones negros y el piso de tablas. Todo eso irá a parar a la sala teatral de Espacio CRA, que hasta ahora tenía un piso de moquette sobre baldosa. “Ahora vamos a tener tablas, lo cual es muy importante para el actor, eso de ‘pisar tablas’”, destacó Alicia.

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Ya hay muchos artistas que han hecho propuestas para tocar en la nueva sala de café concert.

Además se llevaron 90 butacas que colocarán en la nueva sala de café concert. “Son raras, recuerdo que las compré en un remate donde me dijeron que eran del casino del Hotel Conrad”, contó Gustavo.

Alicia y Sussy quedaron maravilladas con esas butacas, al punto que decidieron convocar a 12 pintores para intervenir artísticamente las mesas antiguas de hierro del viejo hotel que las acompañarán, algo que ocurrirá el 23 de enero.

Dos donaciones que alegraron el fin de año de Espacio CRA y compensaron un poco las muchas actividades que debieron suspender por la pandemia, aunque hay algunas que aún tienen esperanzas de poder hacer (ver recuadro).

“Fue impresionante, llegar a comprar todo eso para nosotros era imposible”, destacó Alicia y volvió a agradecer a Ricardo y Gustavo la nueva vida que han inyectado al espacio cultural que funciona desde setiembre de 2019.

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El piano llegó a Uruguay a comienzos del siglo pasado y estuvo mucho tiempo en El Prado.

Actividades al aire libre y con protocolo

Cada fin de semana Espacio CRA organiza ferias temáticas al aire libre con diseñadores, artesanos y artistas. Sigue funcionando muy bien la librería y en verano se mantienen algunos talleres, como el de tejido, cumpliendo con los protocolos. Este año no habrá Noche Blanca en La Floresta, pero Espacio CRA confía en poder hacer un concurso de estatuas vivientes, el Festival de Jazz y algún toque en vivo. Abre de martes a domingos, a partir de las 18 horas.

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El espacio cultural tiene previstas varias actividades cumpliendo los protocolos sanitarios.

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