SALUD
Los especialistas dividen a la población en dos grupos para aconsejar cómo encarar la vuelta a la actividad física interrumpida por el confinamiento obligado por la pandemia.
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Con la pandemia de la COVID-19 moviéndose dentro de parámetros controlados en Uruguay, son muchas las actividades que, poco a poco, están volviendo a la normalidad o adoptando la llamada “nueva normalidad”.
Los espacios públicos, por ejemplo, están recuperando a esos corredores, caminantes o cultores de la actividad física que hasta hace poco se estaban “guardando en casa”.
Pero así como una vez toda esa población debió arrancar de cero o de una determinada base para llegar a lo que hacía habitualmente en materia de ejercicios, el retorno también demanda bajar unos escalones para que retomar la actividad física no cause lesiones o problemas de salud. Los fisioterapeutas son consejeros claves en esta etapa de “vuelta a las canchas”.
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“En fisioterapia tenemos dos poblaciones que vamos a cuidar mucho ahora en este reintegro a la actividad física”, explicó Ana Paula Díaz, fisioterapeuta y osteópata dedicada a la rehabilitación principalmente en el área deportiva.
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La profesional indicó que, por un lado, está toda aquella población común y corriente que empieza a hacer actividad física luego de estar dos meses o más en su casa sin poder ejercitarse como lo hacía habitualmente. Por otro, tenemos a los pacientes respiratorios, cardiópatas o que padecen patologías como hipertensión, diabetes o sobrepeso para los que la actividad física es parte de su tratamiento y no pudieron llevarla a cabo como corresponde en todo este tiempo.
Grupo uno.
“La persona que salía a caminar o correr todos los días y hacía, por ejemplo, cinco kilómetros diarios, generalmente para llegar a esa distancia realizó toda una progresión en la que estuvo dos semanas haciendo dos kilómetros, después empezó a hacer tres, después cuatro y un día logró llegar a los cinco. Por lo general pasa que esa persona ahora dice ‘yo hacía cinco kilómetros, así que arranco con cinco kilómetros’. Entonces aparecen las lesiones por sobrecarga, por sobreesfuerzos, por no estar adaptados”, advirtió Díaz.
¿Hay que volver a empezar de cero? La respuesta es “no”. La progresión va a estar marcada por varios factores, entre los que se encuentran lo que la persona pudo hacer durante el confinamiento, su estado físico y su edad.
“Hay mucha gente que durante la cuarentena realizó actividad física en su casa y mantuvo por lo menos los niveles de fuerza, hizo ejercicios de fortalecimiento. Hay quienes tenían una bicicleta fija… todo depende de cada individuo, ahí entra a jugar la individualidad”, detalló la especialista.
Añadió que “si tenés 20 años, seguramente en dos semanas estés realizando actividades físicas iguales a las que hacías antes de parar por la pandemia. Pero si tenés 40 o 60 años cambia mucho”. Eso significa que no se puede volver con la misma intensidad y el mismo volumen de trabajo, sino que hay que ir incorporando cargas en forma progresiva.
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“Si tenés 60 años y por dos meses o más no hiciste actividad, vas a comenzar en un nivel muy cercano al cero. ¿Qué va a pasar? Vas a mejorar más rápido que cuando empezaste la primera vez y no hacías actividad física ninguna porque el cuerpo tiene una capacidad de adaptarse más rápido a lo que ya tiene memoria de acción. El cuerpo tiene una memoria y una reserva fisiológica que hacen que el que hace ejercicio aeróbico y lo interrumpió, mejore más rápidamente que el que empieza de cero y lleva 20 años sin hacer actividad física”, apuntó Díaz.
La profesional destacó que en esta situación es muy importante el rol del profesor de educación física o entrenador como guía o control de los trabajos realizados. “Hay mucha gente que es autodidacta y se entrena sola, pero posiblemente en algún momento tuvo un seguimiento o alguien que lo fue orientando”, señaló.
El frío es un factor externo a considerar
Para el retorno a la actividad física también hay que tener en cuenta factores externos como las bajas temperaturas del llegada del invierno. “Al individuo sano se le indica hacer énfasis en la entrada en calor, el abrigo que utiliza y la elección de los horarios en que sale a entrenar”, explicó la fisioterapeuta Ana Paula Díaz. Para el individuo con patologías los cuidados son mayores. “Por ejemplo, si tiene un problema respiratorio ya de base, se tiene que cuidar mucho del frío. Debe salir en horas en que la temperatura esté más cálida y con buen abrigo. Si es un día sin sol, muy ventoso o muy frío, a veces es preferible marcar una actividad dentro de la casa”, recomendó la profesional. Como ropa de abrigo aconsejó usar algo que cubra principalmente la zona del tórax; colocarse varias capas de ropa (una remera fina o un bucito más grueso y una campera, según cómo la persona maneje la temperatura); si no usa tapabocas, que se coloque una bufanda o algo que ayude a cubrir el cuello como el puff; salir de gorro y guantes, y recurrir a un calzado térmico.
Grupo dos.
“Con los pacientes con patologías tenemos el mismo problema que con la población normal o sana, pero debemos hacer mucho más énfasis en la progresión”, destacó Díaz.
En estos casos la actividad física pasa a ser más una actividad rehabilitadora por lo que, por lo general, se desarrolla con la asistencia de un fisioterapeuta. El médico indica el diagnóstico y todos los factores que hay que tener controlados, como la medicación.
“El médico está presente en todo momento. En las patologías crónicas, como las respiratorias o las cardíacas o metabólicas, como la diabetes, los fisioterapeutas intentamos tener mucho contacto con el doctor y, si hay algún otro involucrado de la salud en el tratamiento, como un psicólogo o un nutricionista, también. En estas patologías es el día a día lo que más tenés que ir controlando porque son muchas cosas las que pueden descompensar al paciente”, explicó la especialista.
En esta población, la progresión en la actividad física es ya de por sí muy lenta cuando salen del sanatorio o son diagnosticados, por lo que hay que respetar mucho más ese proceso cuando han pasado dos meses o más sin realizar ejercicios. Dependiendo de la patología y del paciente, puede ocurrir que se deba recomenzar muy cercano al cero.
En cualquiera de los casos, se trate de población sana o aquella que presenta patologías, van a incidir mucho las características de cada individuo y lo que venía realizando previo al “parate”. “Desde la fisioterapia es por ese lado que podemos actuar y estamos atentos. Esta situación es nueva para todos”, apuntó Díaz.
En conclusión, todo se podría resumir en una idea base: “No nos quedemos quietos de un día para el otro, ni tampoco empecemos o recomencemos de un día para el otro”.
Retorno progresivo en la alta competencia
Como fisioterapeuta, Ana Paula Díaz trabaja con el club de fútbol de primera división Deportivo Maldonado. De acuerdo con el protocolo marcado por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el equipo volvió a los entrenamientos presenciales el pasado lunes 15 de junio. “Está el protocolo de la AUF y el protocolo de cada club”, explicó Díaz. En el caso de Deportivo Maldonado, el plantel se dividió en dos grupos que comenzaron trabajando 45 minutos el primer día. El segundo día entrenaron en forma online y el tercer día volvieron a juntarse. “La primera semana fueron entrenamientos cortos, como para que los futbolistas se encontraran en la cancha y se cruzaran con la pelota”, detalló. Cabe destacar que durante la suspensión de las actividades los jugadores habían trabajado en modalidad online, vía Zoom. “Se intentó mantener un poco la condición física, pero la realidad es que no se logra al 100%. Entrenan en su casa, se mantienen los niveles de fuerza y algún nivel de trabajo coordinativo, pero no existe especificidad. Lo que pudieron hacer en su casa, si lo vemos con ojos objetivos, no tiene nada que ver con el movimiento que van a hacer en la cancha”, aclaró la fisioterapeuta. Agregó que en este regreso es clave respetar la progresión. “Si empezamos con todo, entre la ansiedad que tienen los deportistas, que están deseando jugar, y la exigencia de un trabajo intenso, los riesgos de lesión son mucho mayores. Planificamos la vuelta de manera de no tener lesiones o, al menos, la menor cantidad posible”, dijo.
La profesional consideró que el tiempo de preparación con vistas a reanudar la competencia el 1° de agosto es adecuado. “Capaz que no es el óptimo, pero está bien. El óptimo hubiera sido un mes más para poder hacerlo bien progresivo”, concluyó.
Terapeuta de muchos deportistas de élite
La fisioterapeuta Ana Paula Díaz es de Maldonado, departamento en el que reside y del que destaca que le da gran importancia al deporte. Son varios los deportistas de alta competencia uruguayos que se van a preparar o a rehabilitar allí. Además de trabajar con el equipo de fútbol Deportivo Maldonado, tanto el Comité Olímpico Uruguayo como la Confederación Atlética la contratan para eventos deportivos o viajes. Entre sus pacientes conocidos están Déborah Rodríguez, Andrés Silva, Hebert Viera, Emiliano Lasa, María Pía Fernández y Lorena Aires. Hay futbolistas que viajan especialmente a Maldonado a consultarla, como el tricolor Sebastián Fernández o Matías Vecino. Con este último, hoy en el Inter de Italia, trabaja a distancia.