Hogue transformó a personajes en animales: detalles y horarios para ver la muestra

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Horacio Quiroga como un yacaré, por Hogue

ARTE

El caricaturista uruguayo transformó a 22 personajes del mundo en animales y hasta el 16 de diciembre hay tiempo para disfrutar de esta muestra en Montevideo.

Caprichosa y arbitraria. Así definió el ilustrador Horacio Guerriero (cuya firma Hoguees mucho más famosa que su nombre completo) a su muestra Bichos al carbón que reúne 22 caricaturas inéditas que pueden ser vistas hasta el 16 de diciembre en el Centro Cultural Dr. Pedro Figari de UTU, ubicado en Gonzalo Ramírez 1675, de lunes a viernes entre las 9 y las 17 horas, hasta el 16 de diciembre.

El grupo es de lo más variopinto: están desde los clásicos del repertorio del artista como por ejemplo Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt y Joseph Stalin a figuras actuales de la cultura, el deporte o la política como Mike Tyson, Amy Winehouse o Rossy de Palma.

Cada uno de ellos tiene una visión personal que responde a dos conceptos: la metamorfosis y la metáfora.

“Está la caricatura del personaje y su cuerpo es un insecto o mamífero o ave en una simbiosis. No me gusta explicar demasiado lo que hago porque me gusta dejarlo en manos de quien observa”, dijo Hogue. El artista ha trabajado este concepto durante muchos años y en una pasada entrevista con El País comentó: “Vaya uno a saber por qué”.

Aquí entra el capricho y la arbitrariedad del artista. Hogue eligió 22 personajes según lo que le generaba más curiosidad de su apariencia física o de algún momento de su vida.

Mike Tyson como un canguro boxeador, por Hogue
Mike Tyson como un canguro boxeador, por Hogue

Por ejemplo, mientras que es fácil entender que el ex primer ministro de Reino Unido sea un bulldog porque ese era su apodo, la simbiosis entre el escritor Edgar Alan Poe con un cuervo o entre Horacio Quiroga y un yacaré remite directamente a su obra.

En otros casos, la “animalidad” opera como espejo de los rasgos físicos.
“El actor Martin Feldman, de la película Joven Frankenstein, tiene unos ojos enormes y para mí es igual a la ardillita de La era del hielo. Y el dibujo es la ardilla que andaba con la bellota con la cara de Martin Feldman. Cuando lo veo plasmado estoy conforme con la simbiosis. ¿Y por qué Gerard Depardieu es un rinoceronte? Porque era un hombre enorme con un rasgo facial característico”, apuntó a El País.

Pero en otros casos hay que conocer la historia del personaje (o, mejor dicho, del bicho que es puesto al carbón por la mano y la imaginación del caricaturista) porque la apuesta es más sutil. Así sucede con el rey emérito de España que luce una gran trompa de elefante en recuerdo de aquella fotografía de 2012 con el ejemplar que había cazado en un safari. O también con Alfred Hitchcok que es un atemorizante pájaro negro como los de su película. O un Augusto Pinochet que es un desagradable jabalí.

Augusto Pinochet como un jabalí, por Hogue
Augusto Pinochet como un jabalí, por Hogue

La docente en historia del arte y gestora cultural Emma Sanguinetti escribió en el catálogo de Bichos al carbón: “Lo divertido del asunto es que el juego queda abierto: tomemos por ejemplo a Rossy de Palma, la famosa actriz de almodovariano rostro, al que Hogue convierte en un grácil colibrí que vuela raudo hacia el aroma de una flor. Una asociación que exalta la delicadeza y la fragilidad de una cierta fealdad que se vuelve belleza y que si él no imagina, ni siquiera se me ocurre considerar”.

Hechas en tiempo récord.

Las 22 caricaturas fueron hechas en tiempo récord: Hogue solamente dispuso de tres meses de trabajo.

“El mayor desafío fue trabajar sin bocetar; trabajar directamente sobre el papel definitivo”, dijo a El País.

Pero también fue todo un desafío el hecho de haber utilizado en todas carbonilla, todo un reto para un artista que está acostumbrado a saltar del pastel de tiza a la tinta china, del lápiz de color a la acuarela, del acrílico al pincel seco.

Todo es blanco y negro salvo un detalle: los guantes rojos de Mike Tyson que es un canguro boxeador (y que es la tapa del catálogo). “Es el único toque de color. Las brasas se encienden en sus puños”, comentó. El rojo es del color de la sangre, de la violencia, del fuego que quemó la madera que se volvió carbón y alumbró la carbonilla.

“También la técnica es caprichosa. Me gusta mucho”, agregó el caricaturista.

A propósito de la carbonilla, Sanguinetti destaca que le brinda una “espectacular resolución” a la caricatura en la que el expresidente José Mujica es una mulita: “En cada pequeña placa de su caparazón protectora se describe con minuciosa precisión. Mujica es el bicho político por excelencia y las gradaciones de volumen que describen los valores de las sombras sobre su piel vuelven a su impenetrable escudo símbolo protagónico de su exitosa supervivencia”, detalló.

La lista continúa: en el Centro Cultural de UTU también se puede ver por estos días a la Marilyn Monroe mariposa, al Luciano Pavarotti pingüino, a la abeja reina Isabel II –un dibujo que Hogue hizo antes de que la monarca falleciera– al Adolf Hitler rata, y quedan más por descubrir.

Siempre en proyectos.

Hogue dice que “siempre” tiene un proyecto en desarrollo y, en concreto, se trata de una “obra introspectiva, grande, en un formato de metro y medio por metro y medio” que exhibirá en un lugar todavía no definido.

En diálogo con El País, el artista adelantó que no se trataráde caricaturas sino de una “obra más personal y más compleja” en la que tiene un papel preponderante el concepto de metamorfosis que lo ha atrapado por más de 30 años.

En 2020, el artista uruguayo publicó el libro Cien. Fifty&Fifty, con un formato casi de libro tipo mesa de café, a todo color y con una presentación deluxe.

En 2021 le siguió Machomenos, siendo la contracara de eso: de dimensiones de bolsillo, en blanco y negro y sin otra aparente pretensión que hacer reír.

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