Verano 2022
Luego de un verano 2020 casi sin turistas, los extranjeros vuelven a José Ignacio para disfrutar del lujo de su sencillez.
Son las 15:00 horas en José Ignacio (Maldonado) y se ve poca gente en la calle. El sol pega fuerte y, aunque el verano uruguayo aún no se hace sentir a pleno, el exclusivo balneario del este da sus primeras señales de que, una vez más, está listo para recibir a los turistas.
José Ignacio es diferente a Punta del Este, conserva su rusticidad con sus calles de tierra y su belleza agreste, pero al mismo tiempo exuda lujo gracias a hoteles como Playa y Bahía Vik y otros emprendimientos de alto nivel. Es un paraíso observado, analizado y valorado desde el exterior.
Daniel, un estadounidense que visita José Ignacio hace 10 años y que llega de Nueva York para pasar las fiestas aquí, se asombra porque los uruguayos no “valoran” lo suficiente la belleza del lugar.
“Es un lugar que sale en el New York Times o en Conde Nast Traveler, es maravilloso desde el punto de vista de la naturaleza y también la gastronomía”, comenta feliz de haber regresado tras una temporada de ausencia por el cierre de fronteras.
Anna es holandesa y vive cerca de Amsterdam. Es la tercera vez viaja con su hijo y su marido a la zona y este año la familia se animó a alquilar una chacra.
Como ellos, en las calles, los turistas no hablan en español, ni en portugués; sino que el inglés, holandés y alemán, entre otras lenguas, dominan el turismo de fin de año en el pueblo.
Basta sentarse a desayunar o almorzar en Mostrador Santa Teresita para comprobar que el sitio es uno de los preferidos de los norteamericanos.
Tras una última temporada con poquísimo turismo José Ignacio renace y recibe a los visitantes con propuestas ya tradicionales como La Huella, renovadas como Osklen o nuevas como De Loyi Café.
Para Nani Lanza, propietaria de la tienda El Canuto, residente de la zona y responsable del mapa Faro José Ignacio, el crecimiento del balneario se sostuvo a lo largo de los años y que se despegó a partir del desembarco de La Huella y su popularidad global.
“Es un crecimiento que se mantiene a lo largo de los años y que no se estancó. Sin embargo, son armas de doble filo porque si bien está bueno el desarrollo, por otro lado contamina en un montón de sentidos”, señaló.
La locataria mira a la temporada con esperanza y deseando que sea buena para todos los comerciantes. Aunque advierte que no espera que sea “excelente”.
Las novedades
La calle Luis E. Shickendanz alberga las novedades más llamativas del balneario. Por un lado, la Posada Ayana sumó a su propuesta de alojamiento una obra del artista James Turrel llamada Ta Khut, en la que se combina luces artificiales y naturales para una experiencia diferente.
Justo enfrente está la casa que la Fundación Amalia Amoedo remodeló para alojar una serie de residencias artísticas, en la que se destacan la arquitectura y los colores diseñados por el arquitecto argentino Edgardo Jiménez.
En la línea de los nuevos emprendimientos, el espacio cultural y artístico de Mamu Camacho irrumpe en la escena de José Ignacio y se espera que allí “pasen cosas”.
Otra de las novedades de esta temporada es el Hotel Luz, con su sorprendente restaurante con una única mesa.
Por su parte, la librería Rizoma sumó café a su propuesta del año pasado y es una de las novedades para quienes aún no conocen el lugar.
Entre las nuevas propuestas gastronómicas aparece el café De Loyi Café de Playa, que incluye especialidades en café con una interesante propuesta para desayunar o merendar.
Un mapa que preserva el espíritu del pueblo
Nani Lanza vive en José Ignacio hace 27 años y se siente parte del “pueblo”, como ella se refiere a José Ignacio.
De hecho, es la responsable de que el mapa Faro de José Ignacio cada año ofrezca a turistas y visitantes unn panorame de dónde está cada cosa y cuáles son las novedades de la localidad.
“Parte del espíritu del mapa es preservar al pueblo de todo lo que es contaminación visual, auditiva y constructiva también. En José Ignacio tenemos una normativa particular que contempla todos estos puntos”, destacó.
Entre esas particularidades se explica por qué en las esquinas del pueblo pueden verse flechas de madera que señalan hacia donde ir para llegar a cada establecimiento, por ejemplo. “No permitimos cartelería invasiva ni luminosos. Por eso el mapa que hago es importante, todos los que estamos acá y somos de la vuelta, tratamos de preservar aspectos para que el pueblo no pierda su esencia”, destacó.
Lanza enfatizó que es fundamental conservar el lugar desde el punto de vista ambiental para que continúe siendo el tipo de lugar que ha sido hasta el día de hoy.