ARTE
Verónica San Vicente busca reflotar la propuesta que hizo con adultos mayores, llevando obras de teatro, música y poemas a las ventanas de residenciales. Ahora quiere extenderlo a toda la población.
La cuarentena voluntaria que comenzó en marzo de 2020 en Uruguay vació los lugares de gente. “No había nadie en la calle, por eso se me ocurrió que estaba bueno salir a recorrer ventanas”, contó Verónica San Vicente, una actriz que trabaja la técnica del clown teatral. “Es lo mismo que el clown de circo, pero teatral; quiere decir que no sabemos hacer malabares, contamos historias teatrales”, explicó.
En un principio la idea estaba destinada a toda la población, que pasaba por un momento de vulnerabilidad y de encierro. También pensando en que a los artistas se les habían cerrado los teatros y había que seguir con esa filosofía de llevar el teatro a donde sea.
Finalmente definió que su público iba a ser la tercera edad por considerar que era una de las poblaciones más vulnerables en este contexto de pandemia, sobre todo porque no pueden recibir visitas y alimentarse de eso tan necesario como es el contacto humano.
Así fue como nació Teatro por la ventana, un proyecto que Verónica presentó a la Intendencia de Montevideo en el marco de la convocatoria Arte en tiempos de cuarentena. “Lo gané y ahí organicé un elenco con el que el año pasado estuvimos haciendo intervenciones escénicas en ventanas de algunos residenciales. Algunos hasta nos permitían pasar al patio”, señaló.
Duró de setiembre a diciembre, el aporte municipal abarcaba solo 25 intervenciones. Pero la experiencia fue tan gratificante que Verónica quiso continuarla, algo para lo que es necesario contar con apoyo y financiación. Es en ese trámite que se encuentra en estos momentos.
“Ahora me estoy presentando a los Fondos Concursables y en diferentes lugares para que el proyecto tenga continuidad. Lo hice en el sector de la tercera edad de la Intendencia, pero quedó por ahí. Estoy trabajando en ver cómo el proyecto se puede sostener para que se pueda dar como merece”, apuntó.
El objetivo ahora es no limitarlo solo a los residenciales, sino ampliarlo para hacer teatro en la ventana por toda la ciudad. “Considero que toda la sociedad está afectada en el tema vínculos en este momento”, dijo.
Ser clown, una técnica que aconseja a todos
“Yo creo que todo ser humano debería pasar por la experiencia de un taller de clown”, afirmó Verónica San Vicente. No sabe si es lo que más le gusta hacer dentro de su profesión de actriz, lo que tiene claro es que no puede dejar de hacerlo. “Realmente es algo muy maravilloso, más allá de lo técnico. Si después querés profundizar en lo escénico y lo teatral más profesional, es una experiencia para el ser humano increíble”, manifestó.
Lo considerá así porque para ella es una forma de expresión que “te permite ver la vida esta que tenemos, vivir este misterio, de otra manera. Claro que de a ratos, porque tampoco es algo mágico. No te vas a reír de todo, pero te aporta una dosis de humor y de alegría de vivir que hace que por eso la defienda tanto”, destacó. Por eso la elige por la comunicación y por lo que abre en los vínculos.
En qué consiste la propuesta.
“La técnica del clown teatral trabaja mucho más con las emociones, con el contacto más íntimo con las personas, con la mirada… tiene un vínculo con el público diferente al teatro convencional. Trabajamos sin la cuarta pared, entonces hay un vínculo con el público y es por eso que elijo esta técnica para hacer este tipo de trabajo con la tercera edad”, explicó Verónica sobre la modalidad elegida para desplegar su teatro callejero.
Teatro por la ventana consiste en una pequeña pieza teatral. En el menú de Verónica había tres opciones que se iban manejando de acuerdo al lugar al que se iba, el elenco y el público.
La primera posibilidad era una escena de Romeo y Julieta, de William Shakespeare, en versión clownesca. “Eso nos permite jugar con el público. Agarrar a un veterano para que sea Romeo y desarrollar la escena en tono de juego”, detalló la actriz.
La segunda opción era musical porque hay músicos en el elenco. Para armarla primero realizaron un rastreo de las canciones que más les gustan a los adultos mayores, los éxitos de su juventud, boleros, tangos. “Vamos jugando a que somos cantantes. Lo maravilloso de esto es que ellos terminan cantando o proponiendo alguna canción”, dijo.
La última opción es poética. Llegan al lugar con un montón de poesías inventadas por ellos y las usan como enganche para que los adultos mayores cuenten una vieja historia de amor.
Cada intervención dura entre media hora y cuarenta minutos; depende del lugar y de la respuesta del público. “La mayoría son mujeres, cosa que nos llamó la atención”, contó la actriz.
Para el elenco convocó a artistas que fueran músicos y clowns, que tuvieran trabajada la técnica actoral del clown. Así armó un grupo de siete, de los cuales dos ya se volvieron a los países en los que vivían. “Ahora estoy reformulando el elenco y me gusta que seamos entre siete u ocho. En Teatro por la ventana íbamos de a dos o de a tres”, detalló.
Con los que quedaron se siguió ensayando y creando porque, aclaró, por más que haya mucha improvisación siempre hay un guión a seguir. “El entrenamiento que hacemos tiene que ver con estar abiertos y disponibles para recibir lo que viene del público, tomarlo y convertirlo en escénico”.
Aunque la mayoría de los teatros estén cerrados, Verónica no ha dejado de crear y de preparar distintos proyectos de espectáculos para adultos, clown y teatro del absurdo. Así mantiene activa a su compañía Teatro del Revés, dedicada a la creación, investigación y pedagogía del clown teatral.
Sigue dando clases de clown para adultos, aunque ahora son por zoom, que para ella lo transforma en otra propuesta, ya no es una clase de teatro. “Por suerte el compromiso de los alumnos y los docentes es alto y todos hacemos un esfuerzo por sostenerlo”, destacó.
Pero, como es lógico, sus ingresos se redujeron considerablemente y tuvo que apelar a su título de maestra de Primaria, gracias al cual trabaja haciendo suplencias en la Educación Pública.
No se rinde porque sabe que en algún momento esta pandemia pasará y algo parecido a la vieja normalidad volverá a instalarse. Para ese entonces espera que Teatro por la ventana haya logrado el apoyo que necesita para retornar como una propuesta que abarque a toda la ciudad y a toda la gente.
EStudios de actuación, danza y clown
Verónica San Vicente también ha sido payasa de hospital dentro del grupo Payasos Medicinales, otra de las experiencias que le ha traído muchas gratificaciones y que hoy se ha visto interrumpida por la pandemia porque por ahora no tienen autorizado el ingreso a los hospitales. En tal sentido también destaca el trabajo que hace la compañía Opa Payasos.
La actriz es egresada de la Escuela Alambique. “Fui de la última generación antes de que cerrara en 2007”, contó. También se formó en danza contemporánea en diferentes escuelas y con diferentes docentes. “La licenciatura en danza apareció hace unos pocos años, cuando yo me formé no existía nada en Uruguay de danza contemporánea”, dijo.
También hizo cursos en el exterior profundizando en el clown teatral. Estudió en Canadá y España, en dos escuelas. Su compañía se llama Teatro del Revés y está dedicada a la creación, investigación y pedagogía del clown teatral.