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Recetas y diversión: niños cocinaron junto a Diego Ruete y el chef escocés Barry Bryson

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Diego Ruete y  Barry Bryson en la huerta de la residencia británica. Foto: Leonardo Mainé

EDUCACIÓN ALIMENTARIA

El jardín de la residencia de la Embajada Británica recibió a un grupo de niños que participaron en una clase de cocina con el cocinero y edicador preescolar uruguayo y el reconocido chef escocés.

Claro que los niños pueden animarse a cortar los vegetales con un cuchillo de verdad. Claro que los niños tienen que intentar, aunque vuelen las semillas, se desparramen los jugos y se manchen el delantal. Claro que haciendo se aprende y que divirtiéndose se pueden adquirir hábitos para toda la vida.

Por eso el cocineroy educador preescolar uruguayo Diego Ruete y el chef escocés Barry Bryson se unieron para dar una clase de cocina a un grupo de niños en la residencia de la Embajada Británica en Montevideo.

Ayer sobre las 9.30 horas comenzó la aventura y, en equipos, los niños atravesaron el jardín de la residencia junto a los cocineros para cosechar ellos mismos los productos que utilizarían minutos después.

Ya con todo lo necesario sobre la mesa y sus delantales, los pequeños cocineros hicieron de todo: lavar, pelar, elegir, cortar los ingredientes, preguntar qué va primero y qué va después, adelantarse y agregar alguno y, sobre todo, divertirse aprendiendo.

Ruete contó a El País que el año pasado una organización inglesa parecida a Petit Gourmet, la uruguaya que él dirige hace ya más de 15 años, se puso en contacto para organizar en conjunto alguna instancia de cocina cultural, usando el idioma como conexión entre Uruguay e Inglaterra.

Diego Ruete y  Barry Bryson en la huerta de la residencia británica. Foto: Leonardo Mainé
Foto: Leonardo Mainé

Pero a raíz de la pandemia aquel plan quedó por el camino. De cualquier manera, la idea seguía firme porque Ruete había iniciado conversaciones con la embajadora británica en Uruguay, Faye O’Connor.

“El hecho de que la residencia británica tenga una huerta nos permite hacer una instancia que va de la tierra al plato, utilizando lo que hay allí y algunas otras cosas para preparar distintas recetas con los niños. Fue todo un poco limitado de acuerdo a las características de la pandemia que imposibilita hacer algo más masivo”, contó el cocinero y educador preescolar uruguayo.

Fue así que se dio el contacto con el chef escocés Barry Bryson, quien llegó hace unos días a Uruguay invitado por la embajada.

Los niños que participaron del taller de cocina en el jardín de la residencia británica tienen entre 6 y 8 años y participaron en todo el proceso: desde recolectar vegetales, frutas y hierbas de la huerta, hasta el momento de preparar los batidos y la ensalada que luego todos disfrutaron.

Ruete y Bryson enseñaron a los niños a hacer tres bebidas con frutas y verduras: un gazpacho, un smoothie a base de remolacha al que llamaron “bloody” (“sangriento” en inglés) y otro con naranjas y zanahorias. También prepararon una ensalada de pasta.

“La idea era preparar tres o cuatro cosas fáciles, todo con productos locales y de estación, que pudiéramos conseguir en la huerta”, explicó Ruete; y agregó que se manejaron “tres mensajes fundamentales en la educación alimentaria: el cero desperdicio, la comida local y la estacionalidad”.

Por su parte, Bryson dijo a El País que admira el trabajo que Ruete hace en Uruguay y destacó la importancia de la educación alimentaria para combatir los altos índices de obesidad y sobrepeso que hay en la actualidad, sobre todo enfocándose en los más chicos.

“Este es un problema que está presente en todas partes del mundo y lo que hace Diego aquí en Uruguay yo lo hago en Escocia. Tiene que haber más instancias de conversación para ser conscientes de que podemos comer mejor”, sostuvo el escocés, que estará dos semanas en Uruguay para participar en diversos eventos de la embajada.

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