MASCOTAS
Se aconseja un baño con dos champús que incluya higiene de oídos y dientes y corte de uñas. También puede sumar un corte de pelo higiénico. Los baños de rutina deben hacerse cada 15 o 20 días.
Se terminan las vacaciones y todos en casa nos preparamos para las rutinas del año. Nuestras mascotas no son la excepción.
“Vienen en modo vacaciones y los clientes nos plantean que llegan con arena, tierra, abrojos… Ahí les explicamos que están pidiendo un baño mucho más profundo, sobre todo si son perros de apartamento”, explicó a El País, Diego González, quien hace más de 15 años trabaja como peluquero en la tienda Laika.
¿Qué significa un baño profundo? Para empezar, que se utilicen productos que apunten a la recuperación del manto del animal (estructura de pelos que lo cubre y protege) y también a su hidratación.
“Primero usamos un champú para sacar la suciedad y después un segundo champú, que es la parte más cosmética, para darle aroma, brillo y textura. Finalmente se utiliza un acondicionador para el mejor manejo del pelo a la hora del secado y del cepillado”, detalló González.
Si se trata de un baño básico se apela a productos en base a pulguicidas, que son champús “más guerreros”, para sacar suciedad y matar pulgas o bichitos.
“Este tipo de productos lo que hace es sacarles todo lo que tiene encima más la suciedad fuerte que tenga de los paseos por el parque o la playa”, señaló el peluquero.
González recomienda que los baños de mantenimiento, si se trata de perros de apartamento o que tienen acceso al sillón o a la cama de sus dueños, se realicen cada quince o veinte días. Si los perros son de casa o más de estar al aire libre, lo ideal es bañarlos dos veces al mes “para una mejor calidad de pelo y de mantenimiento del animal”, apuntó González.
La raza del animal tiene su qué ver en el tipo de baño que se requiere.
Por ejemplo, los perros de pelo corto, como el salchicha, el bulldog francés o el bulldog inglés, son los más fáciles de mantener. Mientras que los perros de pelo largo, caso del bichón o el caniche, demandan mayor atención por la calidad y cantidad de pelo que presentan.
Un baño promedio lleva unos 45 minutos para un perro de pelo corto y una hora para uno de pelo largo, pudiéndose extender a hora y media si el animal es grande o gigante.
Recomendaciones.
¿Cuándo hay que empezar a bañar a los perros? “Por lo general la mascota, desde que termina su plan de vacunación, ya comienza con los baños de rutina. Al principio es medio complicada la adaptación”, contó González.
El peluquero recurre a algunas técnicas, como son el juego, usar el pico de la manguera como si fuera lluvia y tratar de que no ser brusco. Para el primer baño del cachorro recomienda no mojarle la cara para que no se asuste
“Hay que empezar despacito, desde la cola hacia la cabeza, jugando con ellos e interactuando lo más que se pueda. Ya para el segundo o tercer baño el perro viene sin problema”, señaló.
Aconseja que el primer baño se haga en la casa del animal porque es muy sencillo y además ayuda a que el dueño interactúe con su mascota. “Para que así tener un perro no se trate cien por ciento llevarlo a la veterinaria y que otro se encargue de él”, acotó.
Lo ideal es tener el perro atado para que no se pueda escapar o para evitar accidentes.
Hay que usar agua templada, más o menos a 28 grados.
En cuanto al uso de perfumes para perros, González lo recomienda porque hoy la calidad de estos productos es muy buena y duran muchísimo en el pelo del animal.
“Es un toquecito lindo que a la gente le gusta y te lo piden después para comprarlo. Yo recomiendo echarle no solo al perro, sino también a su colchón o silloncito donde duerme para que le quede impregnado en el pelo cuando se echa”, indicó.
Baño completo.
Un baño completo comprende limpieza de oídos y dientes y corte de uñas. También corte higiénico, que es parte del baño de rutina, sobre todo en las mascotas de pelo largo.
En la limpieza de oídos se le sacan también los pelos que tiene dentro, sobre todo a los perros de pelo largo para evitar la suciedad con contenidos de cera, lo que evita problemas a futuro como puede ser la otitits.
En cuanto a los dientes, la limpieza debe empezar desde chiquitos para que se adapten.
“Es una rutina que también se hace en casa. Lo hace primero el dueño desde cachorro, con los cepillos y dedales correspondientes. Así después en la peluquería el cepillado se hace más fácil y no es una pelea entre el perro y nosotros, ya viene acostumbrado. Hay que hacerlo por lo menos una vez por semana para evitar el sarro”, aconsejó el peluquero.
La peluquería fue tomando importancia con el tiempo
Diego González contó que cuando él empezó a trabajar como peluquero de mascotas, hace 15 años, la peluquería no era una prioridad. “La mascota era para guardia, para estar en el frente o el fondo de la casa, o tenía acceso a la casa, pero se bañaba cuando llovía”, recordó.
Con el tiempo el baño y todo lo que lo rodea se volvieron un hábito, algo que destacó que está muy bueno.
González, que trabaja en la sucursal Punta Carretas de la tienda Laika, cuenta con una “clientela de siempre”. Destacó que para él es muy importante el reconocimiento de los clientes. “Ganarte la confianza de los dueños y las mascotas está muy bueno, más aún cuando la mascota es un integrante más de la familia”, señaló.
Agregó que muchas veces se cruza con los perros en la calle y lo reconocen. “Es súper gratificante”.