TENDENCIAS

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Las modas existen para muchas cosas. Las mascotas no escapan a ellas, por eso en este último tiempo se ha vuelto muy común salir a la calle, a un parque o a la rambla y ver gente con uno o varios perros salchichas.

Empecemos por decir que el nombre de la raza es Dachshund, también conocida como Teckel y es originaria de Alemania.

“Es una raza de caza de madriguera que ahora se usa más que nada para compañía. Tiene un temperamento bastante especial, son perros súper pegados a sus dueños, guardianes, chicos y fáciles de llevar a todos lados”, comentó Jorge Nallem, presidente del Consejo de Jueces del Kennel Club Uruguayo.

Son perros que no requieren de mayores cuidados, por eso son bien fáciles de tener.

“Una raza chica a veces te da tanto como una grande. De repente se busca un perro grande para la guardia y los salchichas son perfectos porque son súper atentos a todo”, explicó Nallem.

Vienen en tres tamaños: el estándar, que es el más conocido; el miniatura, que hoy en día es bastante común, y el llamado kaninchen, que más pequeño aún que el miniatura.

A su vez, dentro de esas tres variedades los hay de tres pelos distintos: largo, corto y duro.

Los ejemplares de pelo corto no requieren de ningún cuidado especial, ni siquiera baño, salvo que se ensucien especialmente. “Sino se le pasa un trapo y queda brillante y limpio”, señaló el juez.

Los que tienen pelo largo, al no ser tan largo basta con una cepillada cada tanto. Distinto ocurre con los que tienen pelaje duro, que exige otra atención.

“Todo tiene una razón de ser, nada es por moda. El pelo duro, al ser un perro de caza, lo protege en los bosques. Para mantener el manto hay que arrancarlo, no pasarle máquina, entonces lleva un poco más de trabajo”, acotó Nallem.

En cuanto al vínculo con los humanos, el criador contó que son muy celosos de sus dueños. Es decir que no importa si se trata de niños o de adultos, lo que le interesa al salchicha es si esa persona es su dueño.

“No son de ir a atacar, pero no se dan con todo el mundo. Son más pegados a su casa, a la gente a la que están acostumbrados y medio desconfiados de los extraños”, detalló.

Viven lo mismo que un perro promedio. “En casa el más viejo que tenemos tiene 14 años y hemos tenido hasta de 15 o 16 años, pero no mucho más que eso. Las crías varían mucho, pero lo normal es que tengan entre cuatro y cinco por vez”, señaló.

Quizás cueste un poco imaginar a los salchichas como cazadores, pero lo son al punto que en jauría de 20 o 30 perros a los más grandes se los utiliza para cazar jabalíes. Sino suelen cazar zorros y los más chicos, conejos.

“Nada es por capricho, todo tiene su sentido. La forma que tiene este perro es para que pueda entrar en una madriguera”, explicó Nallem.

Agregó que si bien hay tendencias y, por ejemplo, en Estados Unidos los prefieren más cortos de patas, en realidad deben guardar determinadas proporciones para poder cumplir su función de cazadores.

También es un animal al que le encanta hacer ejercicio; le gusta salir a caminar y si el dueño quiere que lo acompañe a correr no tiene problema.

“Yo vivo en una chacra y están todo el día corriendo, yendo de acá para allá. Igual no es un perro que tenga una necesidad tremenda de ejercicio, no es hiperactivo como otras razas”, aclaró.

Aunque en Uruguay no hay un club especialista en esta raza, participa de competencias dentro del Kennel Club.

Existen bastantes criaderos donde conseguir Dachshund en Uruguay, pero Nallem aconsejó tener cuidado porque al ser una raza que está de moda aparecen oportunistas que venden cualquier ejemplar que se le parezca a la raza.

“Cruzan cualquier cosa sin tener en cuenta la salud o el temperamento. Hay cruces que están prohibidos y no por capricho, sino porque pueden tener problemas grandes de salud”, alertó.

Explicó que, por ejemplo, el arlequín, que es el salchicha que tiene manchas grises y blancas, no debe cruzarse con otro arlequín porque pueden nacer perros sordos, ciegos o con deformidades.

También ocurre que se explota a las hembras y las cruzan más veces de lo recomendado, en todos sus celos y con cualquier raza.

Para evitar todo esto Nallem recomienda comunicarse con el Kennel Club Uruguayo (2902 6278), que también tiene sitio web y página en Facebook.
Finalmente comentó que esta no es una raza muy cara. En este momento aumentó el precio de los miniaturas por una cuestión de demanda.