SABOR EXPRESS

lorena balerio

Ala hora de planificar el menú de la semana y al momento de las compras, si sabemos qué congelar y cómo, el freezer es un gran aliado que ayuda a mantener opciones saludables en nuestro hogar.

Congelar comidas para los días que estás con menos tiempo puede ayudarte a comer mejor, Hacer tus propias comidas y llevarlas al freezer es una opción ideal para ahorrar dinero, así como mantener las verduras en el congelador para usarlas más adelante y evitar se pongan en mal estado, dejándolas en el cajón de la heladera. Vale remarcar que el proceso de congelación no altera las cualidades de los alimentos.

En el caso de las verduras congeladas, la proporción de vitaminas que tienen después de cocidas, es similar a la que pueden tener las verduras frescas al ser cocinadas. Hoy te presento algunos consejos para que aproveches al máximo tus alimentos.

Las frutas, verduras, cereales y hasta carnes se congelan bien.

Existen excepciones como el huevo y alimentos enlatados, estos solo pueden congelarse una vez que están fuera de la lata, ejemplos son las lentejas o la pulpa de tomate.

Para congelar hierbas, como menta, albahaca o perejil tampoco, te aconsejo picarlas y mezcladas con aceite de oliva, simulando un pesto (podés usar una cubetera y hacer diferentes mezclas y utilizarlas al momento de la cocción directamente dándole sabor a lo que vayas a preparar (desde un guisito a una sopa).

Los frutos rojos o del bosque (frutillas, frambuesas, arándanos) aguantan bien congeladas. También los cítricos, si se pelan y se desgajan, pero no será lo mismo que frescos. La banana en trozos puede guardarse y usar para algún smoothie, helado casero. La mayoría de las frutas se aprovechan mejor en una elaboración, de lo contrario es mejor consumirlas frescas.

En el caso de las verduras, congeladas, algunas texturas se arruinan por completo. Es el caso de las que tienen mucha agua o suelen comerse crudas, como lechuga, rúcula, tomate, pepino o apio.

Las que sí toleran bien el frezzado son el ajo, la cebolla, puerro, morrones (limpios, sin semillas y troceados), el zapallito, la calabaza, acelgas y espinacas, berenjenas, repollos, coles y zanahoria.

Es importante asegurarte que la verdura que se congelará está limpia, sin partes machucadas. Cortar y trozar las verduras, evitará que ocupen más espacio del que deberían y podrán racionarse de acuerdo al uso que le des en tu casa.

No se aconseja congelar papas, aunque seguramente la hayas visto en la sección de congelados, en cubos, papas fritas, enteras. Para congelar papas fritas, se las somete a un tratamiento previo y se pre-fritan. En el caso de las papas en cubos o ya peladas y cortadas en grandes trozos, se usa una técnica fundamental que es el escaldado.

Escaldar consiste en “sumergir por un instante algo en agua hirviendo" y en el proceso de congelado es fundamental para fijar nutrientes y evitar posibles contaminaciones. Con el escaldado se inactivan las enzimas que podrían seguir actuando a temperaturas de congelación, y que generan olores y sabores feos, así como colores pardos indeseados.

Este método puede usarse para las papas, espinacas, acelgas, brócoli, coliflor, espárragos, chauchas, zanahorias. Se sumerge las verduras (ya limpias y cortadas) en agua hirviendo de 1 a 3 minutos (siendo menor el tiempo en verduras más delicadas y blandas) y luego se pasan por agua muy fría para frenar la cocción. Incluso puede usarse cubos de hielo. Después, se secan y escurren y luego se envasan.

Nutritip: es muy importante secar bien las verduras. Si las congelamos y están húmedas, el freezer puede quemarlas. Al momento de usarlas, te aconsejo que las cocines y no las consumas directamente, principalmente porque su textura y sabor, a pesar de estar correctamente congelados, se verán disminuidos.

Eso depende del alimento en cuestión. Las frutas y verduras congeladas son seguras para almacenar hasta por un año. Las carnes y platos elaborados (ejemplo una cazuela ) de 3-4 meses. Los cereales como pan o pasteles por lo general duran hasta 3 meses.

En el caso de las frutas y verduras, lo ideal es no descongelar y llevarlos directamente a la cocción así mantienen más de sus nutrientes cuando se cocinan.

Lo primero es, el día anterior, pasar del congelador a la heladera. Si te olvidaste de ese paso, en el caso de las carnes podés pasarlas por agua fría (no caliente).

Al descongelar un alimento que ya esté pronto, para cocinarlo comenzá a fuego lento y aumentá gradualmente el calor. En el caso de las cazuelas y sopas, te recomiendo sumarles un extra de agua, como puede ser 1/2 taza de agua fría, esto hace que se produzca vapor que ayuda al descongelado.

Te aconsejo cocinar de a trozos pequeños las carnes o pollos, cuanto más grande sea la pieza, más tiempo te llevará su descongelado (por eso recordá la noche previa de pasar dicho alimento de freezer a la heladera).

1. Congelá en pequeñas porciones. Es más conveniente y ahorrará tiempo al descongelar y reducir los desperdicios. Si congelás a granel, una vez descongelado un alimento, no podés volver a congelarlo salvo que sea cocido. Un guiso, por ejemplo, si descongelás un tupper de 4 porciones, hay que consumirlo y si no estás dispuesto a comer lo mismo 4 días, lo terminarás tirando.

2. Poneles fecha y nombre a lo que congeles. Una vez congelado es difícil saber qué contenía ese paquete. Terminarás palpando para ver si te das cuenta qué era. Con una etiqueta además sabrás la vida útil de ese alimento y en caso de duda, ¡a la basura!

3. Envolvé bien los alimentos. Esto te ayudará a prevenir quemaduras del freezer.

4. Cuando usás bolsas. eliminá el aire antes de sellarlas.

5. En el caso de los líquidos se expanden al congelarse (como pasa también con sopas o salsas), así que te recomiendo dejes espacio en el contenedor que uses.

6. Cuando vayas a congelar alimentos cocidos asegúrate que estén fríos. Cuando dejan de producir vapor, pueden congelarse.

7. Disminuí el tiempo para descongelar, si dejamos mucho tiempo el alimento a temperatura ambiente está más expuesto a que las bacterias crezcan y se contaminen.

Les dejo por acá una receta que me soluciona mucho en casa, porque sirve para usar verduras congeladas e incluso los restos de la semana que quedan en la heladera. Espero que les sea útil

Ingredientes:
1/2 taza arroz cocido (integral, blanco el que uses)
3 huevos
2 tazas de verduras cocidas (podés usar desde restos de verduras cocidas que van quedando atrás en la heladera) o las congeladas
1 cucharada de queso crema
Queso magro rallado por encima
Condimentos a gusto (yo use pimienta y provenzal)

Herví por 10 minutos las verduras congeladas, luego las escurrís y agrégales el arroz cocido, huevo, queso crema, mezclas todo y llevas a budinera aceitada. Le rallás por encima quesito magro.

Al horno hasta que coagule el huevo (unos 20 minutos aproximadamente a 200 grados).

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA

Lorena Balerio

Licenciada en Nutrición. Dicta charlas y talleres y promueve la alimentación real y saludable. Consultas personalizadas a domicilio y online

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