Realeza
El consorte de la reina Isabel II descansará junto en la capilla que se encuentra en Windsor, donde yace el padre de la reina y su hermana.
Los restos mortales del duque de Edimburgoserán depositados en el panteón real bajo la capilla de San Jorge, adyacente al castillo de Windsor, donde este sábado se oficia su funeral tras su fallecimiento el pasado día 9 a los 99 años.
Aunque el ataúd del príncipe Felipe, consorte de la reina Isabel II durante 73 años, yacerá inicialmente en esa cripta, está dispuesto que cuando la monarca británica muera, se le trasladará a la capilla conmemorativa del rey Jorge VI de la iglesia gótica para que el matrimonio esté enterrado en el mismo lugar.
Ese diminuto templo conmemorativo familiar, situado en Windsor, cobija además los restos mortales del padre de la reina, Jorge VI, la reina madre y la hermana menor de Isabel II, la princesa Margarita.
En un anexo agregado al ala norte de la Iglesia en 1969 hay una losa negra incrustada en el suelo con la inscripción: "Jorge VI" e "Isabel", en letras doradas, acompañado de las fechas de los años de sus nacimientos y muertes.
Hoy, tras finalizar el servicio, el ataúd del duque será bajado con una maquinaria eléctrica a la cripta real bajo la capilla de San Jorge, donde se situará en un catafalco sobre una losa de mármol.
Ese panteón real en Windsor fue creado entre 1804 y 1810 para Jorge III, que falleció en 1820, y que a día de hoy es uno de los tres monarcas enterrados ahí, junto con Jorge IV y Guillermo IV.
Otros miembros de la realeza enterrados en ese lugar son la esposa de Jorge III, la reina Carlota y su hija la princesa Amelia, así como la hija de Jorge IV, la princesa Carlota y el padre de la reina Victoria, el duque de Kent.
La princesa Margarita, hermana pequeña de Isabel II, que falleció en 2002, fue incinerada y sus cenizas fueron colocadas inicialmente en ese mismo Panteón antes de ser trasladadas a la capilla conmemorativa de Jorge VI junto con los ataúdes de sus padres, cuando la reina madre falleció semanas después.
Margarita quiso ser incinerada porque, según explicó en su día una amiga cercana, lady Glenconner, la alternativa de ser enterrada (en Frogmore) le parecía demasiado "tenebrosa".