BIENESTAR

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En la vida de Micaela Gottlieb el deporte y el ejercicio físico son compañeros de larga data. Desde chica saltaba, corría y le encantaban las pruebas físicas, recuerda.

En la etapa adulta, ambos fueron determinantes para establecer una conexión más consciente con su cuerpo y su entorno. Esa estrecha relación hizo que al momento de cursar una carrera, no haya tenido dudas de cuál elegir.

En 2009 se recibió en Educación Física, pero no paró ahí: estaba decidida a seguir formándose en el área. Fue becada para estudiar una especialización en el entrenamiento para personas con discapacidad en Alemania y luego trabajó en Estados Unidos. Experiencias que, según cuenta, significaron mucho en su vida profesional.

En 2020 se convirtió en madre y ese proceso cambió el vínculo que tenía con su cuerpo y su profesión.

Después del embarazo, quiso recuperar su figura y con el aval de su ginecólogo retomó las actividades físicas. “Comencé a realizar abdominales convencionales, pensando que podría mejorar mi faja abdominal. Fue peor porque tenía una diástasis, una separación excesiva de los músculos del abdomen, y al realizar estos ejercicios la agravé. También a mi suelo pélvico, que estaba debilitado debido al embarazo y el parto. Con estos ejercicios hice más presión, y provoqué inicios de incontinencia urinaria”, relata.

Lo ocurrido la impulsó a buscar otras alternativas para transitar esa etapa de su vida sin abrir mano de sus entrenamientos y del ejercicio pleno de su profesión. En 2021 hizo una capacitación en Low Pressure Fitness (LPF), método de entrenamiento que integra postura, respiración y conciencia corporal.

“Cada vez estudiaba más sobre diástasis, suelo pélvico, entrenamiento posparto y así comprendí cuánto había lastimado a mi cuerpo. Subestimé todos los cambios que él había atravesado durante el embarazo y no lo cuidé para volver de forma correcta a mis actividades diarias”, sentencia.
En esa búsqueda conoció los Ejercicios Hipopresivos y una nueva puerta se abrió. Descubrió que podría retomar su rutina de entrenamientos y sumar otros beneficios.

“Estos son ejercicios posturales y respiratorios que provocan una disminución de la presión interna a nivel torácico, abdominal y pélvica. Eso provoca una activación de las fibras tónicas de la musculatura abdominal y perineal, repercutiendo favorablemente en diferentes sistemas del cuerpo”, explica.

Las técnicas, cuenta, engloban distintos ejercicios secuenciados de bajo impacto, que pueden ser tanto estáticos como dinámicos y tienen foco en la reeducación postural. A diferencia de otros ejercicios, trabajan de forma global el core y no un sólo músculo de forma aislada.

Si se comparan con abdominales convencionales, por ejemplo, también tienen el diferencial de no presionar las vértebras y prevenir dolores. “Los abdominales convencionales generan más presión en el suelo pélvico y eso repercute desfavorablemente en posibles disfunciones”, asegura la profesional.

Micaela pudo comprobar los beneficios de estos ejercicios en su propio cuerpo y, afirma, son muchos. “La práctica de los hipopresivos provoca un aumento de tono del piso pélvico, por lo que previene y corrige las incontinencias urinarias. También lo hace con prolapsos de grado 1 ya que la aspiración diafragmática, una técnica utilizada en ellos, genera una elevación de los órganos pélvicos”, detalla.

“Además ayudan con la postura y la función respiratoria de manera que disminuyen los problemas asmáticos y mejoran la captación y el aprovechamiento de oxígeno. Reduce el diámetro de la cintura; corrige diástasis y previene hernias, mejora el estreñimiento –colabora en la movilidad intestinal–y disminuye la ansiedad, porque proporciona la activación del sistema parasimpático en la exhalación”, desarrolla.

Hoy la profesional da clases y cursos de entrenamiento físico con las técnicas que tanto le ayudaron y asegura que están recomendadas para numerosas situaciones.

Para “mujeres que tengan debilitado el suelo pélvico y quieren revertir esta situación; madres que quieren volver de forma segura a sus entrenamientos luego de tener un bebé o que sienten que su abdomen no es el mismo luego del embarazo; personas que deseen mejorar su postura; reducir diámetro de su cintura; realizar un ejercicio que promueva la relajación y la conexión con uno mismo”.

Micaela informa y orienta sobre los ejercicios hipopresivos a través de su cuenta @micago.hipopresivos en Instagram, donde ya reúne más de 100 mil seguidores y forma día a día una comunidad interesada y dedicada al bienestar.

“Muchas mujeres se acercan para conocer la técnica o en búsqueda de un objetivo puntual, como por ejemplo revertir su incontinencia urinaria, y terminan fascinadas porque logran incorporarlos en la vida diaria y mejorar otros aspectos de su salud”, asegura.

“Se quedan maravilladas de que con practicarlos tan solo 10 minutos por día, logran conectar con todo su cuerpo”, concluye.