EN CANELONES
La fiscal del caso, Cristina Falcomer, dijo a El País que están buscando a la pareja de la mujer con quien tenía una relación de hace más de un año, aunque no era el padre de la niña.
El domingo de mañana la Policía se enfrentó a una escena “muy fuerte” -según las palabras del jefe de Policía de Canelones, Víctor Trezza- al ingresar a una casa en el barrio Colonia Nicolich. Una mujer de 26 años y su hija de cuatro fueron halladas sin vida, la mujer tenía ocho golpes en el cuerpo y cortes, y la niña un corte muy grande en la garganta y un golpe en la cabeza.
Fue la niñera quien llamó al 911 luego de ingresar a la casa y encontrarse con esta tragedia. Se suponía que iba a cuidar a la niña mientras que su madre iba a trabajar en un frigorífico cercano, pero nadie le contestaba y ningún vecino sabía nada de ellas, por lo que decidió entrar. Según Trezza, la última vez que vieron a la mujer fue a las cuatro de la madrugada del sábado.
La fiscal del caso, Cristina Falcomer, dijo a El País que están buscando a la pareja de la mujer con quien tenía una relación hace más de un año, aunque no era el padre de la niña. Hay dos indicios que sugieren que el hombre podría ser el responsable del doble homicidio: por un lado, que se ausentó desde que se conoció el asesinato y por otro, el hecho de que esta persona es consumidora de pasta base.
La fiscal indicó que se trata de un caso complejo, pero cree que el motivo del homicidio no fue violencia doméstica ni el desprecio por su condición de mujer (femicidio). No había denuncias por este tipo de agresiones y tanto vecinos como familiares aseguraron que no tenían conocimiento sobre que la mujer o la niña vivieran episodios de violencia.
Por el contrario, los que declararon a la fiscalía destacaron que el hombre era muy bueno con ambas. Uno de los vecinos incluso remarcó que les cantaba canciones. Tampoco tenía antecedentes penales. Cada tanto el hombre dormía en la casa de la mujer, pero no convivían.
“No había ningún incidente que hiciera sospechar que ellos tuvieran problemas. Se llevaban bien, los vecinos los veían bien”, dijo el jefe de Policía. Por eso indicó que “es relativa” la búsqueda de este hombre. Lo extraño, para los efectivos, es que no lo han encontrado desde que se supo de las muertes.
La mujer solamente realizó una denuncia por violencia doméstica en 2019 contra una expareja.
Fuentes de la investigación expresaron a El País que “hay droga de por medio” y que “se necesita dinero para consumir”. Esta hipótesis se basa en que falta la moto de la mujer y dinero que había en el domicilio. Asimismo, el grado de violencia con el que se produjeron los homicidios podría indicar que la persona estaba drogada.
Otro de los elementos más contundentes que reafirman esta hipótesis es que ningún vecino escuchó gritos en el momento del homicidio. Y una fuente del caso afirmó que “es imposible no haber oído” porque, explicó, hay dos casas muy próximas a la de las víctimas.
La escena del crimen también tenía aspectos singulares. La casa estaba ordenada, salvo por algunos objetos que se presume que la mujer utilizó para defenderse y a su hija. Además, la casa estaba abierta y ni la puerta ni las ventanas fueron forzadas. Por último, la niña se encontró muerta en su propia cama y la misma fuente señaló: “Quizás la niña vio algo que no tendría que haber visto”.
Falcomer dijo que el arma que se utilizó para el asesinato fue un objeto contundente, quizás de madera y lo que podría ser un machete. Policía Científica aguarda las resultados genéticos de los rastros de sangre que se hallaron en la escena del crimen, al igual que la autopsia de las víctimas. También se cuenta con las cámaras de seguridad de la calle y las que tienen algunos vecinos afuera de sus casas.
“No se descarta ninguna línea de investigación”, dijo la fiscal. Lo único que sí está claro es que no había un cuadro de violencia doméstica. Si bien Falcomer indicó que “faltan varias evidencias”, la pareja de la víctima es el único sospechoso identificado. No hay vecinos, amigos o familiares que estén en el radar de la Policía.
Efectivos policiales buscaron a la pareja en Montevideo y ahora desplegaron un operativo a nivel nacional. También están recolectando testimonios de vecinos, sobre todo de quienes salieron el sábado de madrugada. “Queremos encontrar a este muchacho para interrogarlo y saber qué fue lo que sucedió”, apuntó Trezza.
Según vecinos de Colonia Nicolich, madre e hija se habían mudado al barrio hace poco más de seis meses. En esta misma zona fue que el 6 de mayo mataron a una pareja a quemarropa en frente a sus hijos de diez, seis y tres años. Alrededor de las 13:00, dos vehículos emboscaron a tiros a la familia que salía de su casa para llevar a sus hijos a la escuela.
Los vecinos relataron que la familia había llegado a Colonia Nicolich hacía unos cuatro meses. Habían comprado una casa muy humilde y la reformaron en detalle.
“Tenemos elementos de investigación que aseguran que hay conexiones con los niveles de droga, no era una familia que progresó por sí sola”, aseguró el ministro del Interior Luis Alberto Heber en conferencia de prensa días después. Aún así, todavía no se han encontrado a los responsables del crimen.
Ya van 13 femicidios en el primer semestre de 2022
En el primer semestre de este año hubo 13 homicidios por violencia basada en género, según datos de la Dirección Nacional de Políticas de Género (DNPG) del Ministerio del Interior.
“Se trata de casos aclarados y se contabilizan de acuerdo a la información de la fecha de ocurrido el hecho”, explicó a El País la comisaria general Angelina Ferreira, quien está a cargo de la Dirección. Sin embargo, desde la Intersocial Feminista contabilizaron un total de 17 femicidios y nueve intentos.
Ferreira puntualizó que hay otros casos de mujeres fallecidas en circunstancias violentas que se encuentran en investigación, pero que todavía no son contabilizados como femicidios.
En este punto es que reside la diferencia numérica. La Intersocial cree que es evidente que ciertos casos se trataron de femicidios, entre ellos de Ahielén Casavieja (16) y Karina Sarachu (34), cuyos restos fueron hallados en la casa de un taxista.