Gobierno define estrategias para combatir eventual aparición de cianobacterias en aguas uruguayas

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Cianobacterias en la playa Ramírez. Foto: Marcelo Bonjour

ALGAS

La cantidad de cianobacterias en las aguas uruguayas “va aumentando cada año”. Son “órganos antiguos y tienen una adaptación genética de cientos de miles de años”.

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Emisión de ondas ultrasónicas, colocación de otros organismos que las coman, tirar arcilla en las aguas y poner boyas de monitoreo. Son algunos de los métodos que lleva adelante o evalúa aplicar el gobierno para combatir las cianobacterias. Y es que estas algas, además de ser un dolor de cabeza para la temporada turística, son un riesgo para la salud humana y la fauna. La previsión es que este verano aparecerán en el Río Negro, el Río Uruguay y en las costas de Colonia y Montevideo. Si llegan hacia las playas del este dependerá en parte de la lluvia y la dinámica del agua.

La cantidad de cianobacterias en las aguas uruguayas “va aumentando cada año”. Son “órganos antiguos -en parte, los que dieron origen a la vida- y tienen una adaptación genética de cientos de miles de años”. Ante un “aumento de los nutrientes, rápidamente responden y pasan a dominar el ambiente”; y después de que están en el agua, son “difíciles” de controlar. Así lo explicó a El País la investigadora de la Facultad de Ciencias y del Centro Universitario Regional Este de la Universidad de la República, Carla Kruk.

El gobierno lleva adelante varios mecanismos intentando frenar a las cianobacterias, señaló a El País el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla. Se debe tener en cuenta que las siguientes medidas actúan sobre los microorganismos y no sobre las causas, es decir, que no son preventivas. No obstante, en paralelo se llevan medidas de control y se trabaja sobre otras mejoras.

Uno de los mecanismos son boyas que emiten ondas de radiofrecuencia en el agua y funcionan con energía solar. Evitan que estos microorganismos suban hacia la parte superior, donde está el sol, para hacer la fotosíntesis. El jerarca blanco contó que se está probando en dos lugares diferentes, pero que los técnicos plantean la interrogante de cuánto puede afectar la reproducción de otros organismos, algo que está a estudio. También se lleva un control a través de imágenes satelitales que les permite conocer unos seis o siete días antes si va a haber cianobacterias, añadió. Otro de los métodos que se utiliza es tirar Phoslock al agua con cianobacterias, una arcilla modificada que absorbe el fósforo del que se alimentan estos microorganismos.

Uno de los sistemas que está en evaluación, que Amarilla le planteó a OSE, es la inyección de ozono y oxígeno en el agua, para eliminar las condiciones para que se reproduzcan. También se estudia el colocar determinadas bacterias para que las combatan. Por su parte, Kruk advirtió que la “biomanipulación es un tema muy delicado”.

Kruk explicó que los métodos como el Phoslock y las ondas de radiofrecuencia son “aplicables a ambientes pequeños” y no se pueden utilizar en grandes extensiones. La investigadora señaló que, por ejemplo, con la arcilla no se puede “estar tapando el fondo del Río de la Plata”. Además, como la “entrada de fósforo es continua, habría que estar todo el tiempo poniendo más y más material al agua, lo que es inviable tanto en cantidad como en costo”, añadió.

Por eso, entiende que la “gestión fundamental que habría que hacer es la reducción de nutrientes que llegan al agua”.

Cianobacterias: en 2019 ocurrió la mayor floración de la historia registrada en el Río de la Plata. Foto: Leonardo Mainé
Cianobacterias. Foto: Leonardo Mainé

Verano

La previsión es que las cianobacterias van a “estar en las costas del Río Negro y del Río Uruguay, como sucede desde el año 2000”. También habrá en las costas de Colonia con “bastante frecuencia”, ya que es un “ambiente dulce donde son más intensas”, explicó Kruk.

En la capital “va a haber pero con una menor frecuencia”, y dependerá de la cantidad de lluvia, que arrastra a las cianobacterias. Y, si las precipitaciones son “importantes”, llevarán a estos microorganismos a la costa esteña. “Probablemente haya hasta Playa Verde o Piriápolis”, añadió.

La principal causa de las cianobacterias son los agroquímicos -como los fertilizantes- que se utilizan en los suelos. La lluvia hace que las sustancias lleguen a las aguas y estos microorganismos los utilizan para aumentar sus cantidades. También contribuyen a la formación de floraciones “empresas como UPM que están sobre las costas y liberan nutrientes o químicos”; y los embalses, indicó. turismo durante el verano

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