Las negociaciones se extenderán el fin de semana buscando acuerdo en torno a los combustibles fósiles.
Como en anteriores ediciones, la falta de voluntad política de algunos países y la codicia de otros, puede llevar a la 27 Cumbre del Clima (COP27) al fracaso. Este fin de semana los negociadores intentarán cerrar acuerdos en relación a temas como los combustibles fósiles.
No obstante, desde un inicio esta cita en Sharm el Sheij (Egipto) ha visto mermada su capacidad de negociación ante la ausencia de Rusia por la guerra en Ucrania, a la que se suman India y China, países que están entre los grandes emisores de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera y causantes del calentamiento global. Sin embargo, durante los 15 días de reuniones se han logrado algunos acuerdos y se han fortalecido otros que se firmaron en anteriores Conferencias de las Partes de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP).
En relación a la mitigación climática, más de 200 países, regiones y fabricantes, entre otros actores, se han unido en la coalición “Accelerating to Zero (A2Z)”, que es una ampliación de la declaración sobre Vehículos Cero Emisiones firmada en la COP26 para eliminar la venta de automóviles y furgonetas de combustión a partir de 2035 en los grandes mercados.
España y Francia, se han sumado a la A2Z en esta cumbre, y a la que aún no lo han hecho los otros grandes productores en el mundo como China, Estados Unidos, Japón, India, Corea del Sur, Alemania, México, Brasil y Tailandia.
La A2Z pretende acelerar la descarbonización y reducir las emisiones GEI, aunque según organizaciones ecologistas para llegar al objetivo del Acuerdo de París de 1,5 grados de calentamiento global se necesitaría incrementar mucho esos esfuerzos.
En relación a pérdidas y daños entre países más contaminantes y otros en desarrollo, el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, anunció ayer una “oferta final” para fijar un fondo específico para la financiación de este apartado, pero que conlleva dos condicionamientos: que esté dirigido a los países “más vulnerables” y que reúna a un amplio número de donantes.
Este es uno de los escollos en esta cumbre: los países vulnerables -que son los que más sufren los impactos del cambio climático- recuerdan que es una deuda climática histórica causada por los países desarrollados.
Precisamente Tuvalu, un estado insular en Oceanía, anunció esta semana que será el primer país en figurar de forma virtual ante la elevación del nivel del mar que le provocará en unos años su desaparición.
En relación a la reducción de emisiones, la idea es llegar a 45% en 2030 con respecto a 2010, y al cero neto en 2050. Sin embargo, en cuanto a la reducción de combustibles fósiles, en el borrador presentado por la presidencia egipcia de la COP27 no se recoge la petición de India y grupos ecologistas de lograr una reducción de la producción de estos combustibles.
Las multinacionales petroleras tienen proyectos en países africanos y latinoamericanos que no hacen vislumbrar el fin de los combustibles fósiles, como recomiendan los científicos para reducir el calentamiento.
Con estas perspectivas, es de esperar que los negociadores hagan caso al secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha pedido a las partes en la COP27 que dejen de echarse culpas y firmen un acuerdo “ambicioso y creíble”.