DE CARA AL BALOTAJE
El TSE determinó que podrá exigir a las plataformas de redes sociales que eliminen contenidos considerados irregulares en un plazo de hasta dos horas.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil(TSE) aprobó una resolución que acelera la remoción de contenidos falsos o difamatorios, entre otras medidas de combate a la desinformación en la recta final de las presidenciales.
La proliferación de contenidos falsos se ha intensificado en las últimas semanas rumbo a la segunda vuelta electoral -el 30 de octubre-, en la que el presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se enfrentan en una disputa reñida.
El TSE determinó que podrá exigir a las plataformas de redes sociales que eliminen contenidos considerados irregulares en un plazo de hasta dos horas, bajo pena de multa de entre 100.000 y 150.000 reales (19.000 a 28.000 dólares) por cada hora de incumplimiento.
“A partir de la (campaña para la) segunda vuelta, hubo una proliferación no solo de noticias fraudulentas, sino también de la agresividad de esas noticias, del discurso de odio”, dijo el presidente del TSE, Alexandre de Moraes.
Eso conduce a una “corrosión de la democracia. Por eso necesitamos procedimientos más rápidos”, añadió Moraes, que se reunió con los jefes de campaña de Lula y Bolsonaro, y con representantes de plataformas, entre ellos Facebook, Instagram y WhatsApp, Google, TikTok, Telegram y YouTube.
A pedido de los equipos de campaña, el tribunal ha ordenado la remoción de numerosos contenidos desde el inicio de la campaña electoral, incluidos videos que asocian a Lula con el aborto, las drogas, o que afirman que cerrará iglesias si gana la elección.
Asimismo, el TSE hizo lugar a pedidos de la campaña de Bolsonaro para retirar del aire propagandas de Lula que asociaban al presidente con el canibalismo y la pedofilia.
Una de las técnicas más utilizadas para distorsionar la información, es la divulgación de fragmentos incompletos de un video para que parezca que un candidato defiende una determinada idea, cuando el extracto completo revela exactamente lo contrario.
Un ejemplo de ello fue un video viralizado entre bolsonaristas el miércoles, con la ayuda de figuras influyentes como el pastor evangélico Silas Malafaia, en que Lula afirma: “Preciso mentir, los políticos tienen que mentir”. En realidad, en la frase completa durante su entrevista con el podcast Flow, Lula atribuye esas palabras a Bolsonaro, a quien tilda de “mentiroso compulsivo”, pocos segundos después.
Bolsonaro también fue objeto de este tipo de técnicas para engañar a los internautas. En uno de estos extractos, Bolsonaro parece afirmar que, en caso de que gane la reelección, nombrará como ministro al expresidente Fernando Collor de Mello (1990-92), y que juntos trabajarán para “confiscar las jubilaciones”. Sin embargo, el actual mandatario estaba refiriéndose a supuestos “rumores” difundidos por sus adversarios, según se entiende en el video completo.
La reputación de las encuestadoras en Brasil se ha visto fuertemente cuestionada tras el resultado de la primera vuelta, en la que Bolsonaro obtuvo una votación significativamente mayor a la que mostraban los sondeos en los días y meses previos. Ahora han aparecido publicaciones de sondeos falsos o no homologados por las autoridades electorales.
Un grupo de juristas pide votar por Lula
Un grupo de juristas brasileños, encabezados por el exmagistrado de la Corte Suprema Carlos Ayres Britto, entregaron este jueves un manifiesto de apoyo al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. “Nosotros, juristas, profesionales y estudiantes de derecho, declaramos que, el día 30 de octubre, votaremos en Lula y (Geraldo) Alckmin y para ellos pedimos su voto”, apuntó el manifiesto leído en Brasilia. Para estos juristas, “la alternativa representada por el actual presidente”, Jair Bolsonaro, “es el fin de la democracia y de los derechos políticos”. “Basta de odio y de ataques a la libertad religiosa, basta de hambre, de destrucción del medio ambiente, de desintegración de los derechos económicos y sociales de nuestra población”, agregó la carta. Entre los firmantes están los expresidentes de la Orden de los Abogados de Brasil (OAB) -el colegio que regula el ejercicio de la profesión- Cesar Britto y Felipe Santa Cruz y el exprocurador general de la República Cláudio Fonteles. El manifiesto fue recibido por el candidato a vicepresidente de Lula, Geraldo Alckmin, y por la senadora Simone Tebet.
Mercados saludan el repunte de Bolsonaro
El índice Ibovespa, principal referente de la bolsa de San Pablo, subió ayer viernes un 2,35% y al final de la semana se situó en 119.928 puntos, encadenando así su quinta subida de forma consecutiva. En la semana, el indicador acumuló una significativa variación positiva del 7,00%.
El mercado brasileño de acciones asimiló favorablemente las mejores perspectivas de la economía estadounidense y reflejando el leve repunte del presidente Jair Bolsonaro en las encuestas de intención de voto.
El miércoles, de acuerdo con el último sondeo del Instituto Datafolha, uno de los más prestigiosos del país, Bolsonaro subió en una semana del 44% al 45% en las intenciones de voto, frente al 49% con el que se mantuvo el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La diferencia, considerando el margen de error de 2 puntos porcentuales, deja a ambos candidatos en empate técnico de cara la segunda vuelta del próximo 30 de octubre.
El parqué paulista se anotó ayer viernes un volumen financiero de 40.737 millones de reales (unos 7.916 millones de dólares), una cifra abultada por segundo día seguido debido al vencimiento de contratos de opciones sobre títulos, y totalizó 4,9 millones de transacciones.
Las ganancias del día fueron lideradas por los papeles ordinarios del conglomerado de marcas de ropa Soma, que subieron un 5,48%, seguidos por los preferenciales de la aerolínea Gol (+4,56%) y los del tipo ordinario del grupo B3 (+4,36%), que es la propia bolsa.
En el mercado de divisas, el dólar se depreció un 1,36% frente al real y terminó la última jornada negociado a 5,146 reales tanto para la compra como para la venta en el tipo de cambio comercial brasileño. En las cinco sesiones de la semana, la moneda estadounidense se devaluó un 3,36% respecto al real brasileño.