SELECCIÓN URUGUAYA
Fue citado a la selección Sub 23 tras descender con Racing a la B; hoy con trece partidos en Nacional llega a la mayor y cumple el sueño que tenía desde chico.
"Cuando llegué a Racing, Oliveros ya había jugado en una linea de tres como zaguero por izquierda. Y luego, hablando con él, porque cuando llego a un equipo hago pasar a los jugadores por el confesionario, je, me contó que en formativas había jugado como volante, como enganche e incluso como delantero. Tiene buenas condiciones técnicas y es muy inteligente para jugar, entonces lo puse de lateral”, recordó Eduardo Favaro, el técnico con que Agustín Oliveros,la gran sorpresa de la lista de Tabárez, se afianzó en la titularidad del equipo de Sayago.
Había sido ascendido al primer equipo de Racing en 2018 por Rodrigo López. Jugó cinco partidos hasta que tras una roja le costó volver al equipo. Tampoco tuvo muchas oportunidades ni con Juan Tejera ni con Alejandro Apud, hasta que Favaro lo colocó como titular y le llegó la citación a la selección Sub 23 que se preparaba para jugar el torneo Preolímpico de Colombia.
Su citación a la Sub 23 resultó bastante extraña, porque venía de un equipo que acababa de descender. Es más la decisión de Gustavo Ferreyra de incluirlo hizo que el joven defensa dejara atrás la tristeza por el descenso del club donde se crió.
“Siempre le dije que había que saber aprovechar las oportunidades, algunos jugadores lo entienden y otros no. Le dije que la Sub 23 era su gran oportunidad de mostrarse y supo aprovecharla”, relató Favaro quien también fue consultado por Nacional antes de contratarlo.
En el Preolímpico de Colombia no jugó en los tres primeros partidos pero fue titular en los cuatro últimos: la victoria 2 a 0 ante Perú; la caída ante Argentina 3 a 2, el empate con Brasil 1 a 1 y el triunfo en la última fecha frente a Colombia por 3 a 1. Uruguay no logró la clasificación a los Juegos Olímpicos, pero Oliveros aprovechó su oportunidad y eso llevó a que Nacional se interesara en él tras la partida de Matías Viña a Palmeiras.
A pesar de que ya se había hecho a la idea de jugar en Segunda División con Racing, el club con el que aún tenía dos años de contrato, pasó a ponerse la camiseta de Nacional y jugar la Copa Libertadores.
Nacional y Peñarol
Lo que no muchos recuerdan es que antes de fichar por Nacional, estuvo a punto de llegar a Peñarol. Su representante, Marco Vanzini, tenía prácticamente todo arreglado con los aurinegros, pero Diego Forlán no terminaba de dar el visto bueno y Nacional lo pidió. Entonces, 48 horas más tarde se concretaba su llegada al tricolor.
El muchacho criado en el barrio de Colón, que llegó a la Séptima de Racing tras haber realizado las infantiles en Wanderers, llegó en febrero a Nacional y no le costó adaptarse a jugar en el club grande.
En el equipo tricolor suma 900 minutos habiendo jugado como titular en 10 de los 12 partidos que lleva disputados el equipo de Gustavo Munúa en el Torneo Apertura. También disputó tres partidos de la Copa Libertadores: frente a Alianza Lima, Estudiantes de Mérida y Racing de Avellaneda.
Ha actuado casi siempre como lateral izquierdo, pero también jugó como zaguero. Por ejemplo, en el partido clásico debido a la lesión de Guzmán Corujo. Esa condición polifuncional de Oliveros debe haber influido seguramente en la decisión de Tabárez de citarlo para los dos primeros partidos de la selección. Sobre todo teniendo en cuenta las ausencias de “Josema” Giménez y Marcelo Saracchi.
“Que lo citaran a la selección mayor fue una gran alegría para mi. Tenemos buena relación y siempre le aconsejé que siguiera estudiando, porque eso siempre le abre la cabeza a los futbolistas”, dijo Favaro.
“Es muy inteligente y anticipa bien las jugadas. Está un paso adelantado. Y puede dar mucho más. Sobre todo colaborando en el ataque. Tiene muy buena visión de juego y una gran pegada”, finalizó el “Lolo” quien sigue manteniendo contacto con su exdirigido.
Rebollo
Aunque tiene pasaporte comunitario, el sueño de Oliveros no era irse rápidamente al exterior sino llegar algún día a la selección mayor. “Ya voy cumplir el sueño de ponerme la celeste en el Preolímpico y mi mayor ilusión es llegar a la selección mayor. Es algo que no se compara con nada y lo que siempre soñé de chico”, le dijo Oliveros a Ovación en el Complejo Celeste cuando se preparaba para disputar el Preolímpico.
Ayer, se enteró por la mañana, con el llamado de Mario Rebollo, que era uno de los 23 futbolistas citados por Tabárez para los dos primeros partidos de las Eliminatorias frente a Chile y Ecuador. Y no pudo contener las lágrimas. Ahora, a los 22 años, tendrá la posibilidad de regresar al búnker de la Celeste, pero esta vez para codearse con los Suárez, los Godín, los Coates, los Cáceres, los Torreira y los De Arrascaeta. Esos jugadores a los que seguramente veía antes por televisión.
"El estudio te ayuda a razonar mejor"
Agustín siguió el consejo de Eduardo Favaro y nunca dejó los estudios. Hace facultad de Ciencias Económicas y está a punto de terminar segundo año. “Hay un momento en que estudiás porque tus padres te lo exigen y están encima tuyo, pero cuando sos más grande te das cuenta lo importante que es. Te ayuda a razonar algunas cosas mejor que otros o más rápido, en la cancha y en las decisiones de tu vida”, explicó Oliveros con madurez.
“Mi pasión siempre fue el fútbol, desde niño. Eso no está en tela de juicio, pero también me gusta la carrera. Y además, una satisfacción para mi madre”, agregó.
“Por otra parte, a los jugadores nos sobra el tiempo para estudiar. Lo que pasa es que para poder hacer las dos cosas hay que tener un apoyo familiar importante. Y no todo el mundo cuenta con esa posibilidad”, dijo sobre sus padres, Fernando y Rosario.
“Por suerte, ahora hay muchos clubes, creo que la mayoría que te apoyan para que puedas estudiar. Y eso está buenísimo”. Aunque también reconoció que no todos los técnicos le dan la derecha a la hora de tener que salir a ir a dar un examen.