El día después de dos campeones: Figueredo y Medina

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Alan Medina y Hernán Figueredo celebran con sus compañeros uno de los goles de Liverpool ante Nacional. Foto: Juan Manuel Ramos.
MARCELO BONJOUR

LIVERPOOL

"Tofi" y Alan cuentan cómo fue despertar sintiéndose ganadores del Clausura. Al capitán lo esperaron con una colita de cuadril en su casa de Tala y al autor del golazo su novia le preparó tacos.

El plantel de Liverpoolvolvió a entrenar ayer por la tarde. Es que no hubo mucho tiempo de festejar la obtención del Torneo Clausura porque mañana a las 16 horas el negriazul recibe a Montevideo City Torque en Belvedere.

Tras la goleada que le propinaron aNacional en el Gran Parque Central y de levantar la copa, cantar y bailar, regresaron a la sede, donde habían dejado sus autos. Allí los esperaba la hinchada que celebraba el tercer título oficial de la institución. Y el más importante. Cerca de la medianoche cada uno emprendió el regreso a su casa.

A Alan Medina, el autor del segundo tanto, un golazo, lo fue a buscar Julieta, su novia y cuando llegaron a la casa que comparten en Manga festejaron el Clausura comiendo unos tacos hechos por la joven, que también juega al fútbol. Es lateral en el equipo femenino de River Plate.

A Hernán Figueredo, el titiritero del equipo de la Cuchilla, llegar a su casa le costó un poco más. Es que vive en Tala. Su esposa y su hijo Dante, de cinco años, lo esperaban con una colita de cuadril y tortilla de papas. Como las medidas sanitarias impiden utilizar los vestuarios, recién pudo bañarse al llegar a su hogar. Cenó y luego le costó conciliar el sueño. Se acostó como a las tres y media de la mañana y se despertó a las ocho y media. Ya no tenía más sueño. “Es que el partido es mucho más que los 90’, se juega mucho rato antes y después. Es incontrolable. Entre la adrenalina y la emoción, dormí poco, pero es lindo despertarse campeón”, dijo el “Tofi”.

Medina
Alan Medina se lleva la pelota y Trezza intenta impedírselo. Foto: Juan Manuel Ramos.

El segundo gol negriazul anotado por Medina, fue un calco del que le había hecho a Nacional en la final de la Supercopa Uruguaya disputada en Maldonado en enero de 2020. “El sábado en el último entrenamiento hablaba con Agustín Ocampo y le dije en joda que iba a repetir el gol, que iba a repetir lo de la Supercopa. Y él me decía que no me iba a dar. Cuando lo hice, se acercó en el festejo y riendo me dijo que era igual, exacto”, contó Alan. “No me propuse hacerlo igual, me salió nomás”, agregó con humildad.

En casa

Liverpool es muy importante en la vida de ambos futbolistas. Medina llegó al negriazul con sólo 12 años tras criarse en Piedras Blancas y hacer el baby fútbol en Potencia. “Liverpool es mi casa”.

Fue ascendido a Primera División por Paulo Pezzolano, el técnico que le cambió la cara a los de la Cuchilla y con quien ganaron el Intermedio de 2019, el primer título oficial de su historia. “Con el ‘Papa’ empezamos a jugar más, a tener la pelota y a ser los protagonistas del juego”.

Figueredo, mientras tanto, no se crió en el club pero la negriazul es la camiseta que más ha defendido. “Es donde he estado más años, ya van siete. Liverpool me ha dado mucho a mí y yo le he dado muchísimo a Liverpool. Por eso sigo en el club, donde me siento muy cómodo. Son muchos años, muchos partidos y conozco mucho al club”, aseguró. “Aunque no todo fue color de rosas”, dijo recordando su primera etapa en el club allá por el 2009. “La hinchada de Liverpool es muy exigente, algunas cosas comparto y otras no. No generalizo, hay algunos que apoyan siempre y otros que se dicen hinchas y no lo son. No tienen ni idea de la forma en que pueden herir no sólo al futbolista, sino a una familia, amigos y compañeros”.

Figueredo
Calidad. La del "Tofi" Figueredo quien jugó uno de sus mejores partidos. Foto: Juan Manuel Ramos.

El “Tofi” no paró de dar notas durante todo el día de ayer. “Cuando uno no juega en un equipo grande son más las perdidas que las ganadas. Yo en mi carrera tengo muchas más perdidas que ganadas. Levantarse campeón de un Clausura vale hacer una pausa y disfrutar del momento porque el disfrute generalmente es poco”, dijo Figueredo.

Medina aseguró que salieron a la cancha con el propósito de ganar y de jugarle de igual a igual a Nacional, pero no imaginaron que le iban a dar semejante paseo a los tricolores ni hacerles cuatro goles. “No esperábamos ganarle de esa manera a Nacional. Cuando hicimos el primer gol, los jugadores de Nacional quedaron como desorientados y después del segundo, que hice yo, empezaron a hacer cambios. Como que no sabían qué hacer”.

Jugaron con 12

Antes de salir a la cancha Figueredo compartió con sus compañeros una arenga muy especial. “Justo se dio que este partido tan especial para nosotros fuera en la fecha del cumpleaños de mi madre, que nos dejó hace casi un año. Era un día muy especial para mí y para toda la familia y así se lo hice saber a mis compañeros. Estoy seguro que ella me acompañó durante todo el partido, estuvo a mi lado apoyándome con onda positiva. A mi madre le encantaba el fútbol, miraba cualquier partido y le encantaba lo que yo hacía. Disfrutaba y sufría con mis partidos. Estoy seguro que estaba ahí conmigo”, relató el capitán negriazul.

“Le dije a mis compañeros que seguramente íbamos a jugar con 12 y que cada uno de ellos entrara con ese ser querido, estuviera hoy físicamente entre nosotros o no. Se dio un partido perfecto, con el diario del lunes parece que sirvió la arenga”, añadió.

En un plantel joven, que tiene un promedio de 23 años, Figueredo es el único que supera los 30. “Nos da muchos consejos y esa confianza para entrar a jugar. Tofi es todo en Liverpool y juega cada vez mejor. ¡No sé como hace!”, dijo Medina sobre su compañero.

Sin embargo, Figueredo no se siente así. “No sé si fue uno de los mejores partidos de mi carrera, puede ser... Pero la figura ayer fue el equipo. Convencido, intenso, dinámico, concentrado. Con todos aportando para el equipo”, respondió.

Convulsiones

A mitad del año pasado, en julio, Medina sufrió convulsiones y tras los estudios se le encontró una malformación vascular genética, que en un momento puso en duda la continuidad de su carrera. Por eso, el golazo que marcó el domingo significó mucho para él.

“El título y el gol fueron muy importantes porque casi me quedo afuera de las canchas. Me hice todos los estudios y me dieron bien, por suerte. Al principio tenía que jugar con un casco de protección, pero en el primer partido del torneo con Plaza Colonia ya me lo saqué. Y ya no tomo medicación ni nada”, relató. “Al principio tuve miedo de no poder volver a jugar, pero ya después del segundo estudio, me propuse regresar y sabía que lo iba a lograr”.

Julieta, fue clave en su recuperación. La conoció cuando su familia se mudó a Manga. Tenía 16 años. Se enamoraron y hace dos que viven juntos.

Medina

“Estamos trabajando para ser campeones uruguayos. Sería espectacular para nosotros”, reconoció Alan, quien quiere dar el salto en su carrera. Sabe que Europa es lo máximo, pero le gustaría ir a la MLS o al fútbol mexicano. Quizás por eso celebró la obtención del Clausura comiendo tacos.

Figueredo, por su parte, es más cauto al referirse a las posibilidades de quedarse con el Uruguayo. “Todavía faltan dos fechas de este torneo. No quiero pensar en nada de eso, primero hay una semifinal que jugar. Y hoy lo más importante es el próximo partido con Torque. Hasta ahora nos ha ido bien así pensando sólo en el próximo partido”, culminó el “Tofi” quien será padre dentro de unos meses. Viene otro varón que se llamará Milo, y quien dice, quizás, no traiga un pan sino otro título para Liverpool bajo el brazo.

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