HISTORIAS MUNDIALES
Pocas veces Inglaterra logró reunir un grupo tan grande de talentos como cuenta hoy el técnico Southgate
Llegar a las semifinales de la Euro 2020 y ganar el Mundial de 2022 fueron los objetivos declarados en 2013 por el entonces presidente de la Football Association inglesa (FA), Greg Dyke. El primero se cumplió; para el segundo, Inglaterra se postula con una fuerza pocas veces vista. Sucede que en escasas oportunidades el seleccionado de los tres leones en el escudo reunió un grupo tan grande de jugadores de habilidad y talento.
Hace nueve años, en cambio, la situación daba para preocuparse. Si bien la Premier League ya se había convertido en el campeonato más seguido en el mundo, gracias a la enorme inversión de sus clubes sobre la base de fastuosos contratos de televisión, el panorama del seleccionado no era promisorio.
Había tantas estrellas extranjeras en la liga que menos de la tercera parte de los planteles estaban compuestos por nativos ingleses. Las actuaciones del combinado nacional dejaban mucho que desear. Y todavía faltaba el papelón del Mundial 2014, donde terminaron últimos en la serie que compartieron con Uruguay, Italia y Costa Rica. Y quedaron eliminados ya en el segundo partido, aquel de los dos goles de Luis Suárez.
En realidad y pese al peso de sus clubes, la selección inglesa nunca terminó de convertirse en potencia internacional, salvo cuando disputó y ganó en su casa el Mundial de 1966. Convencidos de su superioridad ante el fútbol de más allá del Canal de la Mancha, los ingleses despreciaron durante años a la FIFA y a su Copa del Mundo. Cuando por fin aceptaron participar fueron humillados por un equipo de semiprofesionales de Estados Unidos, que le ganaron 1 a 0 en Brasil 1950.
En 1966, incluso, el torneo estuvo plagado de polémicas y todavía se discute la validez del gol decisivo en la final contra Alemania, porque nadie pudo probar que el remate de Hurst llegó a entrar.
Nunca fueron campeones de la Eurocopa, por ejemplo. Y las mejores actuaciones posteriores en la Copa FIFA fueron los cuartos puestos de 1990 y 2018.
Varios de los jugadores que hicieron posible la campaña de 2018 fueron el resultado del Elite Players Performance Plan (EPPP), un programa lanzado por la FA en 2012 para promover las canteras de los clubes. El apoyo a las promesas locales no solo se registró en las categorías juveniles sino también cuando llegaban a primera, porque se exigió un número mínimo de jugadores ingleses en los planteles.
Los resultados no demoraron: en 2017, Inglaterra fue campeón del mundo sub 20 y sub 17 y conquistó la Euro sub 19. Se presentaron allí figuras que poco después ya eran estrellas en la Premier.
En ese proceso apareció un nombre: Gareth Southgate. Futbolista de Crystal Palace, Aston Villa y Middlesbrough, con un pasaje por la selección (le tocó fallar el penal que dejó a Inglaterra afuera de la Eurocopa 1996 jugada en su país), comenzó su actividad como entrenador en el Middlesbrough. En 2009 lo despidieron luego que el club descendiera.
Pese al desafortunado antecedente, en 2011 la FA lo llamó como director de desarrollo y en 2013 lo designó técnico de la sub 21.En 2016 lo colocaron en forma interina al frente de la selección mayor. Y tras cuatro partidos fue confirmado en el cargo.
La notoriedad internacional de Southgate creció con la actuación en Rusia. También por su elegancia: salía de traje a la cancha, luego se quitaba el saco y lucía chalecos que no pasaron inadvertidos.
Es cierto que Inglaterra volvió a fracasar en la conquista de un título el año pasado, cuando perdió por penales ante Italia la final de la Eurocopa 2020 disputada en Wembley. Southgate tenía un completo estudio sobre sus mejores rematadores de penales, pero las estadísticas no contemplaron un aspecto: los nervios de futbolistas jóvenes en el instante de la definición. De cualquier manera, el saldo futbolístico del torneo fue positivo para su equipo.
Sin embargo, en el fútbol no existe el mundo eternamente feliz. Luego de obtener sin problemas la clasificación a Qatar tras una campaña arrolladora en las eliminatorias, Inglaterra sufrió duros golpes en partidos por la Liga de Naciones de la UEFA disputados en junio y julio pasados. El más fuerte fue la goleada a domicilio por 4-0 ante Hungría (una Hungría muy lejos de la famosa de la década de 1950), que puso al equipo al borde del descenso en este certamen continental. El juego vistoso de algunos meses antes no apareció, tampoco los goles. El único tanto en esta serie lo hizo Harry Kane de penal.
Hay quienes atribuyen este bajo rendimiento al peso de una temporada agotadora, que para los futbolistas que militan en la Premier es más exigente todavía. Otras voces, en cambio, reclaman cambios.
Debbie Hewitt, la primera mujer en presidir la FA, apoya el trabajo de Southgate. “Basándonos en los hechos sobre el terreno de juego, es el entrenador de Inglaterra más exitoso que hemos tenido en 55 años. Lo que la gente no ve es la cultura que ha creado. Antes de que Gareth fuera el entrenador, no existía el orgullo de vestir la camiseta de Inglaterra. Había una rivalidad de clubes, los jugadores no se llevaban bien. Él ha cambiado eso”, declaró.
Las varias opciones de Harry Kate
Es difícil adelantar hoy la formación de Inglaterra para el Mundial de Qatar, pues el técnico Gareth Southgate ha variado mucho la alineación en los últimos partidos, haciendo pruebas o dando descanso a jugadores que enfrentan un calendario sumamente cargado. Además, en atención a las numerosas opciones de calidad que dispone, ha variado el esquema entre un 4-2-3-1 y un 3-4-3.
Para el arco estaba cantado Jordan Pickford, pero últimamente apareció Aaron Ramsdale.
La línea de cuatro habitual estaba formada por Kyle Walker, John Stones, Harry Maguire y Luke Shaw. Este último ha sufrido problemas físicos, por lo cual fue sustituido por Ben Chilwell primero y luego por Kieran Trippier.
Cuando Southgate utiliza tres zagueros, son Walker, Stones y Maguire, en tanto Trippier y Shaw o Chilwell pasan al mediocampo.
Kalvin Phillips y Declan Rice son los volantes de contención preferidos por el DT, aunque Trent Alexander-Arnold y Jude Bellingham también tuvieron varias participaciones.
Phil Foden, Raheem Sterling y Mason Mount juegan en la zona de gestación del mediocampo o acompañan a Harry Kane en el ataque. Este último, goleador y capitán, es la gran figura del equipo, el hombre que se repite cualquiera sea la alineación. También pueden aparecer Jack Grealish y la mayor promesa del fútbol inglés, Jude Bellingham, cuyas aptitudes los convierten en buenas opciones de recambio.