Los resultaron que dejaron al mundo con la boca abierta

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Joe Gaetjans

HISTORIAS MUNDIALES

Los torneos de FIFA registraron varias sorpresas impactantes, cuando el chico le ganó al grande

Entre las muchas cosas buenas del fútbol figura que el juego siempre deja un margen para el resultado inesperado, algo que resulta casi imposible por ejemplo en la NBA o Wimbledon. Ese espacio para triunfos que dejan al público con la boca abierta se da en todos los niveles, desde el campito hasta la Copa del Mundo.

Por eso, a tres meses del comienzo de Qatar 2022 cabe preguntarse si tendremos alguna sorpresa como estas cinco de esta recopilación.

Por supuesto, la expansión del fútbol por el planeta llevó a que casi todos aprendieran a jugarlo. Ya no hay equipos totalmente desconocidos, pero mientras haya favoritos y rivales con poco crédito, siempre habrá batacazos para comentar. Esta es la clasificación de Ovación:

5) Costa Rica alcanza los cuartos de final de Brasil 2014. Cuando se sortearon las series del torneo, la bolilla quiso que compartieran el grupo tres campeones del mundo: Uruguay, Inglaterra e Italia. Nadie reparó en el cuarto equipo de la serie, Costa Rica. Y terminaría primero... Su campaña sorpresiva arrancó, justamente ante Uruguay en Fortaleza: empezaron ganando los celestes con un gol de penal de Cavani, pero los ticos marcaron tres goles en el segundo tiempo. Luego cayó Italia por 1-0. Y cerraron el grupo empatando sin goles con los ingleses. Después, por los octavos de final, le ganaron por penales a Grecia, tras empatar 1-1. Se despidieron en cuartos, pero invictos, porque el partido contra Holanda terminó sin goles y los europeos se impusieron por penales.

2) Camerún derrota a Argentina en la inauguración de 1990. Aquel 8 de junio, luego de una memorable fiesta de apertura en el estadio San Siro de Milán, los africanos asombraron al vencer a los albicelestes, con Maradona y todo. Y eso que terminaron con nueve, pues dos jugadores resultaron expulsados por pegar muy duro. Claro que también jugaron... Y lo ganaron con un gol de Oman Biyik. La derrota le pegó fuerte al técnico Carlos Bilardo, quien declaró: “Si no pasamos de ronda, no volvemos a la Argentina. Yo le doy un paracaídas al piloto y tiro el avión abajo”. Al final Argentina se clasificó y terminó subcampeón, por lo cual el avión llegó a salvo. Camerún, en tanto, alcanzó los cuartos de final.

3) Argelia le gana con baile a Alemania (1982). Los alemanes, campeones de Europa en 1980, eran favoritos para el Mundial de España. En su debut, el 16 de junio en Gijón, les tocó Argelia, que debutaba en una fase final de un mundial. El técnico germano, Jupp Derwall, anunció en broma que si perdían ese partido se iba a tirar al mar Mediterráneo. Pero perdieron, y para colmo, con gran exhibición por parte de los africanos. El primer gol fue de Rabah Majder, quien cinco años más tarde le hizo un gol a Peñarol jugando por el Porto la final intercontinental de la nieve en Tokio. Empató Rummenigge y al rato Lakhdar Belloumi logró el gol del triunfo argelino al cabo de una extraordinaria jugada colectiva. Aunque Argelia quedó bien encaminado para clasificarse a la segunda ronda, resultó eliminado por el infame arreglo entre alemanes y austríacos en su último encuentro. Y Derwall no se tiró al mar...

2) Corea del Norte elimina a Italia (1966). El fútbol italiano siempre fue potencia en Europa y lo era en 1966, pese a que había perdido ante la Unión Soviética en la serie. Los coreanos habían perdido con los soviéticos y empatado con Chile, aunque habían asombrado por su dinámica. Pero aquel 19 de julio en Middlesbrough le ganaron a los italianos y se clasificaron. Pak Doo Ik, de profesión dentista, marcó el único gol. Los azzurri buscaron el empate que les hubiera dado el pasaje a cuartos por todos lados, pero el arquero Lee Chang-Myung se convirtió en la figura. La sorpresa casi se repitió en los cuartos de final, porque Corea se puso rápido 3-0 ante Portugal, pero el gran Eusebio terminaría dando vuelta el resultado. Mientras tanto, los jugadores italianos fueron recibidos a tomatazos en su país.

1) Estados Unidos vence a Inglaterra (1950). Fue tan imprevisto el resultado que un diario inglés supuso que en el despacho de la agencia de noticias habían omitido una cifra y tituló “Estados Unidos 1, Inglaterra 10”. Pero fue nomás Estados Unidos 1, Inglaterra 0...

Era la primera vez que los británicos, orgullosos inventores del fútbol, se dignaban participar de la Copa del Mundo. Solo por eso ya eran considerados favoritos en Brasil 1950. Pero el 29 de junio perdieron en Belo Horizonte contra Estados Unidos, que llegó con un verdadero rejuntado de jugadores profesionales con amateurs. El gol del triunfo lo hizo Joe Gaetjens, un haitiano que trabajaba como lavacopas en Nueva York. Y ni siquiera era ciudadano estadounidense: lo citaron cuando estaba por iniciar el trámite.

Gaetjens fue levantado en andas al final como el gran héroe del encuentro. Al regreso a Estados Unidos, sin embargo, pasó absolutamente inadvertido en un país donde el fútbol significaba algo extraño. Luego se hizo profesional en Francia. Con los años volvió a Haití como una celebridad, lo que no evitó que terminara sus días como uno de los tantos desaparecidos durante la dictadura de François Duvalier.

URUGUAY 1950

¿El Maracanazo fue sorpresa?

El término Maracanazo ya se usa universalmente para describir el triunfo inesperado de un contendiente en cualquier torneo y cualquier deporte, a partir de la victoria de Uruguay ante Brasil en el último partido del Mundial de 1950. Muchas recopilaciones extranjeras lo mencionan entre las mayores sorpresas de la historia de la Copa del Mundo, incluso en el primer lugar.
Pero para los involucrados no fue tan así, más allá de que la mayor chance objetivamente era brasileña.
La prensa uruguaya, en la previa de aquel 16 de julio, estimaba que la Celeste tenía posibilidades de ganar. El País, por ejemplo, tituló antes del partido: “La selección uruguaya puede alcanzar hoy una nueva sensacional victoria”.
Mientras tanto, en Brasil, salvo alguna excepción, los diarios temían a los celestes, que ya les habían ganado un partido por la Copa Rio Branco ese mismo año. O Globo, por ejemplo, dijo: “Porque conocemos muy bien a los orientales no debemos facilitarles (la tarea), no debemos subestimar los resultados que tuvieron en los matches contra los españoles y los suecos como un indicio de la decadencia de su fútbol o de la mediocridad del equipo que participa de la Copa del Mundo. Los uruguayos (...) son adversarios peligrosos que tendremos que respetar, sin dar cuartel”.
“Esperamos que Bauer y sus compañeros se compenetren de que el partido se decide en el campo y no en las tribunas. Y convengamos que el cuadro oriental no puede ser menospreciado”, escribió por su parte O Estado de S. Paulo.

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