TORNEO CLAUSURA
El conjunto "arachán" se lo empató al aurinegro en los descuentos y lo arruinó de cara a su apuesta en el Campeonato Uruguayo.
Adiós a la chance de pelear por la Tabla Anual. Adiós a la chance de pelear por el Torneo Clausura. Adiós a la chance de pelear por un Campeonato Uruguayo muy especial para Peñarol porque lleva el nombre de un símbolo del club como Néstor “Tito” Gonçalves. Adiós.
Si bien las chances matemáticas aún dicen que el carbonero puede llegar a luchar por el Clausura, hoy la realidad marca otra cosa, muy distante a una posibilidad.
¿La razón? Un equipo que se propone defender sin la pelota, difícilmente logre sus objetivos y eso fue lo que le pasó a Peñarol en el Estadio Arquitecto Antonio Ubilla de Melo ante un Cerro Largo que consiguió el empate en la última jugada del partido, pero que sin lugar a dudas, mereció quedarse con el triunfo.
El solo hecho de proponer, ir durante 95 minutos al frente y jamás bajar los brazos hicieron al equipo de Danielo Núñez merecedor de un empate con sabor a poco porque el arachán tuvo un triunfo que no llegó porque encontró dos intervenciones magníficas de Kevin Dawson para impedirlo.
De todas maneras, el carbonero no arrancó nada mal. En la primera chance de ataque que generó, fue efectivo porque a los 15’ se juntaron Joaquín Piquerez y Facundo Torres por la izquierda. El 10 mirasol pisó el área, remató y Washington Aguerre atajó, pero en el rebote y de primera, Agustín Álvarez Martínez la mandó a guardar.
Fue lo único de Peñarol en el primer tiempo y casi que también a lo largo de un partido en el que tras comenzar el complemento, quedó en manos de Cerro Largo desde lo futbolísitico.
La soledad de Facundo Torres en el ataque, a la hora de cuidar la pelota y de generar fútbol, fue tan abismal que el equipo la terminó pagando muy caro en Melo.
El ingreso de Cristian Rodríguez primero y Walter Gargano después, no mejoraron la mitad de la cancha. La pelota era siempre de Cerro Largo.
Enzo Borges, ese delantero y goleador de raza que tiene Danielo Núñez en el plantel, las peleaba todas arriba, no se enloquecía y si bien Dawson le sacó dos mano a mano, el riverense sabía que una le iba a quedar.
Mauricio Larriera hizo más cambios. Puso a Rodrigo Abascal y Peñarol terminó defendiendo con línea de cinco. Sí. Cinco defensas para aguantar el 1-0. Además, mandó a los juveniles Máximo Alonso y Sergio Núñez, quienes mirando el rendimiento de un equipo que a veces se cae a pedazos desde lo físico, piden más minutos para seguir creciendo.
Pero el carbonero no generó fútbol. Solo tuvo una contra que desperdició a los 94’ y como contrapartida, a los 95’, Enzo Borges agarró esa pelota que esperaba y de cabeza la mandó a guardar.
En casa mando yo dijo Cerro Largo, que cortó la racha de cinco derrotas al hilo y que mereció más ante un pálido Peñarol que anoche tuvo un tropezón definitivo: el equipo quedó muy lejos de la pelea en la Tabla Anual, el Clausura y por supuesto, el Uruguayo.