TORNEO CLAUSURA

En 2019 Peñarol anduvo tras sus pasos. La llegada no se concretó. En 2020 el carbonero fue nuevamente a la carga por Gary Kagelmacher y acordó con el jugador que tras más de 10 años en Europa decidió volver al fútbol uruguayo.

El defensor de 33 años regresó a Uruguay y luego de haber jugado en Danubio, se puso la camiseta mirasol en el plantel que por ese entonces dirigía Diego Forlán.

De a poco se fue ganando su lugar y la titularidad no le demoró en llegar. En la primera fecha del Torneo Apertura 2020, Fabricio Formiliano sufrió una luxación acromioclavicular en pleno partido frente a Cerro en el Estadio Campeón del Siglo y eso le permitió a Kagelmacher hacer su estreno en el club.

Y ahí empezó a demostrar por qué Peñarol estaba tan interesado en él. Se afianzó en la zaga en base a muy buenos rendimientos y ni siquiera el regreso de Tito Formiliano al equipo le impidió seguir dentro de los titulares.

Gary se transformó en pieza clave de la zaga junto al salteño y hoy es un líder indiscutido en la defensa mirasol.

Tras la partida de Formiliano, el zaguero se afianzó como el estandarte de la última zona que ahora comparte con Carlos Rodríguez.

Pero más allá de eso, Kagelmacher también demuestra un buen juego con la pelota en los pies ya que para el estilo de Mauricio Larriera los defensores deben jugar bastante con balón dominado para buscar una salida clara y Gary la aporta de buena manera.

A la hora de defender la solidez también es un aspecto importante del zaguero carbonero y el domingo frente a River Plate fue clave porque fue el jugador del partido con más despejes con tres y además, el que más intercepciones hizo con cinco.

La buena actuación en el Prado se suma a la excelente que había tenido siete días atrás en el juego frente a Liverpool en el Campeón del Siglo, donde el mirasol logró mantener su arco en cero ante el negriazul.

Lo cierto es que en la recta final del Campeonato Uruguayo, Gary Kagelmacher sigue demostrando toda su jerarquía en la zaga de Peñarol y ya es un líder de una defensa que sabe que no puede fallar para conseguir el gran objetivo de ser campeón.

Dentro del plantel de Peñarol, Gary Kagelmacher tiene un apodo y es el de Abuelo. Lo llaman así no por su edad, sino, según contó Damián Musto, por su forma de ser.

Lo cierto es que el Abuelo además de aportar en la defensa del carbonero también tiene su fortaleza ofensiva y desde que llegó al club anotó cinco goles, tres por el Campeonato Uruguayo y otros dos por la Copa Sudamericana.