TRICOLORES
Al Pistolero le dolió que el club no lo llamara como sí hizo con otros futbolistas, lo hizo público y sus dichos no cayeron bien en el club ni en los hinchas.
Dolor de un lado y dolor del otro. El de Luis Suárez lo dejó traslucir en declaraciones a Ovación en la mañana de ayer. “Estoy sorprendido que los dirigentes de Nacional ni siquiera me llamaron para saber mi situación”, dijo. Esto alborotó el avispero, porque reaccionaron los hinchas a través de las redes sociales.
Algunos (los menos) se enojaron con los dirigentes por no haberse comunicado con el goleador histórico de la selección uruguaya, pero otros (los más) se molestaron con el propio futbolista por haber hecho estas declaraciones en el entendido de que no era realista pensar que podría volver a la institución y que fue una suerte de ataque gratuito a la comisión directiva.
También dolor del lado dirigencial, porque si bien públicamente la Comisión Directiva está alineada detrás de las palabras del presidente José Fuentes (“estoy feliz porque tener la posibilidad de que venga ahora que se cayó lo de River y juegue la Sudamericana es un sueño”), hay un malestar generalizado por los argumentos manejados por Suárez.
¿Qué hubo detrás de estas palabras de Suárez? ¿Qué motivó su salida pública? Para analizar esto hay que ponerse de ambos lados del mostrador.
“El jugador necesita que le demuestren cariño para poder estar donde lo quieren, porque es como se siente valorado”, indicó Suárez ayer por la tarde al programa Último Al Arco (Sport 890). El Pistolero sintió el dolor del vacío porque durante todo este tiempo nadie del club en el que se forjó, del que es hincha y en el que alguna vez dijo que quería retirarse levantó el teléfono para mostrarle interés.
En Nacional aseguran que más cariño del que se le ha demostrado no se puede dar. Una de las canchas de entrenamiento del complejo Los Céspedes lleva su nombre. Lo que no se explican en el club es por qué tuvo que expresar esto públicamente y creen que Suárez sintió la necesidad de salir a aclarar antes que alguien le reprochara que estuvo cerca de llegar a River y no pensó en volver a Nacional. Si así fuera aplicaría el “no aclare que oscurece”, porque recibió más palos que caricias.
Desde la institución aseguran que Suárez, por ser quien es, no necesita invitación para llegar a Nacional. “Levanta el teléfono, avisa que va a entrenar a Los Céspedes y tiene las puertas abiertas”, aseguró uno de los dirigentes consultados por Ovación.
Ahora bien, volviendo al razonamiento del vacío que sintió el Pistolero porque no lo llamara el club de sus amores, Fuentes explicó que hace un mes y medio el salteño dijo que su objetivo era seguir en Europa, por lo cual no vio méritos para llamarlo. “En todo caso la omisión fue mía”, se autocriticó el presidente de Nacional. Suárez reconoció eso, pero argumentó que River Plate también era consciente de ello y sin embargo lo contactó y hasta lo entusiasmó porque realmente demostró que lo quería. “Si Nacional vio que le abrí las puertas a River, tuvo que darse cuenta que podía intentarlo”, apuntó.
¿Por qué tanta molestia? Aunque no hay una confirmación, el hecho de que desde el club se hablara con Diego Godín y Edinson Cavani (que también habían anunciado querían seguir en Europa) y no con él tendría que ver..
Fuentes intenta desde ayer comunicarse con Suárez para al menos tener un no, pero el Pistolero ya advirtió: “El llamado ahora sería incoherente. Quedaría feo que fuera porque yo hablé”.
Y a todo esto, la pregunta que realmente se hace el hincha de Nacional es: ¿hubo realmente alguna chance de que viniera? Suárez soltó: “Si Nacional me hubiera insistido lo hubiera analizado”. ¿Podrá ser en seis meses o un año? Hay algo seguro: para entonces Nacional ya se agendó llamarlo.