CAMPEONATO URUGUAYO
Con un plantel joven, con jugadores formados en el club, y con una directiva que siguió una línea a pesar de todo, los albos volvieron a festejar.
Con un global de 4-0 entre las dos finales, Nacional le volvió a ganar a Rentistasy se proclamó ayer Campeón Uruguayo.
Los tricolores festejaron como en diciembre del 2019, son bicampeones y a partir del 24 de abril empezarán una nueva temporada buscando un soñado tricampeonato.
Tiene un valor enorme este título para Nacionalconsiderando todas las adversidades que tuvo que sortear durante la temporada que comenzó en febrero del 2020, cuando la pandemia todavía no se había adueñado del mundo.
Es muy meritorio lo que hizo Rentistas para meterse de forma inesperada en la definición del Uruguayo con un plantel totalmente diferente al que había hecho historia en el Apertura, ganándole la final a Nacional. Pero ayer los tricolores confirmaron su amplio favoritismo, más aún tras el 3-0 de la final de ida, cuando con goles de Gonzalo Bergessio (2) y Mathías Laborda, el equipo abrochó tres cuartos del título que cerró este miércoles con el 1-0 gracias al gol del cordobés.
ARQUERO Y NUEVE. Si se analiza toda la temporada, rompe los ojos que Nacional tuvo dos grandes figuras.
Los 25 goles de Bergessio no pueden pasar desapercibidos. Es una cifra enorme, que lo puso como goleador del Uruguayo, un gol por encima de Juan Ignacio Ramírez.
El cordobés ha marcado gran parte de los goles de su carrera en Nacional. No en vano es el máximo goleador de los albos en el Siglo XXI.
Pero Sergio Rochet está a la misma altura que el capitán. El “Chino” tuvo una temporada formidable. Si bien no atajó en el Apertura (lo hizo Luis Mejía), Jorge Giordano le dio la confianza (con descontento del panameño de por medio) y terminó siendo una decisión clave para el desenlace final. Es que hubo partidos en los que Nacional ganó gracias a él, gracias a sus atajadas y a sus rendimientos, que le dieron el rótulo del mejor arquero del campeonato.
En el Intermedio y en el Clausura, Rochet fue monumental. Y no hay que desprestigiar el Intermedio, porque Nacional se metió en la definición por la Tabla Anual, que en gran medida se ganó por la diferencia que los tricolores lograron sacar en ese certamen.
LA DIRECTIVA, FIRME. Sin dudas que la directiva de Nacional, encabezada por el presidente José Decurnex, tiene incidencia en esta consagración. Tomó decisiones pesadas, arriesgadas, contrarias a lo que pensaba parte de la hinchada, le tuvo fe a los jóvenes formados en el club y acertó.
También se equivocó. Porque el hecho de haber tenido tres entrenadores en la temporada habla a las claras de que el área deportiva falló en la elección del DT. Pero supo reaccionar a tiempo y hoy, a pesar de que es jueves, sí se puede hablar con el “diario del lunes”. El diario que dice que Nacional es el bicampeón.
Sacaron a Gustavo Munúa por perder la final del Apertura a pesar de estar primeros en la Anual, y le dieron la confianza a Jorge Giordano, quien fue el entrenador que más cantidad de puntos hizo con 39, y el que puso al equipo en cuartos de final de la Copa Libertadores. Pero su escaso juego colectivo y su estilo conservador, llevaron a que a dos fechas del final, con el equipo todavía primero en la Anual, hicieran un nuevo cambio de timón por el 0-4 con Liverpool. Llegó Martín Ligüera y logró lo que todos querían: poner a Nacional campeón.
El acto de indisciplina de algunos futbolistas en plena burbuja sanitaria, posterior a perder el clásico con Peñarol y antes de jugar con River argentino, llevó a los dirigentes a tomar medidas drásticas y fue un elemento más para no renovar ciertos contratos que vencían a fin de año. Se la jugaron y apostaron a jugar con muchos jóvenes el Torneo Clausura, siguiendo una línea institucional que no era negociable.
Sin dudas que el plantel perdió jugadores de calidad y quedó con poca rotación pero, a pesar de las adversidades, muchos juveniles respondieron y estuvieron a la altura de las circunstancias de un Nacional que logró su duodécimo título del 2000 a la fecha.
Emiliano Martínez jugó un partidazo ayer y su titularidad fue uno de los grandes aciertos de Giordano; como el de Renzo Orihuela y la confianza en Brian Ocampo, que terminó siendo fundamental. Ya en el tramo final del torneo, Ligüera apostó por Nicolás Marichal, quien demostró que estaba pronto. También confió en Joaquín Trasante y en Mathías Laborda de lateral. Ambos cumplieron. Joaquín Sosa debutó ayer y metió una asistencia.
Nacional terminó la final con 10 de 11 jugadores (la excepción fue Rochet) formados en el club. Si hay con qué, se puede mirar más seguido para abajo, como le gusta a los hinchas. Claro que para ello deben estar contenidos por futbolistas de nivel, como Rochet y Bergessio. Nacional cerró una temporada dura, pero que terminó siendo una película con un final perfecto: achicó enormemente el presupuesto del equipo, apostó y potenció juveniles y fue campeón. Salud, tricolores.