AURINEGROS
Los números de Mauricio Larriera son muy buenos, pero en los últimos partidos son arrasadores, porque al buen juego le sumó contundencia.
Finalizado el Campeonato Uruguayo 2020, hace poco más de un mes, Mauricio Larriera se sentó con la cúpula deportiva de Peñarol: Pablo Bengoechea (secretario técnico), Gabriel Cedrés (gerente deportivo) e Ignacio Ruglio (presidente de la institución) para hacer la evaluación de sus primeros partidos. Entonces el panorama no era muy bueno, porque el equipo no convencía, pero la clasificación a la Copa Sudamericana le valió la ratificación en el cargo.
El técnico igualmente sabía que estaba sentado sobre un barril de pólvora, pero se mantuvo fiel a su estilo. Ya en el final del Clausura había mostrado una interesante propuesta, con un juego dinámico, de sucesión de pases, cuidado de la pelota y paciencia para generar los movimientos que crearan espacios en ofensiva. Incluso había logrado buenos resultados, pero había algo que no terminaba de cerrar. Cuando venía entrelazando una buena racha de resultados, llegó el 1-3 en el Campeón del Siglo ante Plaza Colonia que significó varios pasos atrás en la consideración.
La temporada 2021 para Peñarol empezó con actividad internacional: la llave por Copa Sudamericana frente a Cerro Largo. Y el primer juego no hizo más que intensificar las dudas, porque fue un 2-2 en el Estadio Centenario que dejó las mismas sensaciones de lo anterior: un equipo con carencias para resolver los partidos y endeble en defensa al que, al igual que había ocurrido en Melo ante el mismo rival por el Clausura, le empataron en la hora y otra vez a través del mismo jugador: Enzo Borges.
Sin embargo, allí parece que el equipo hizo el clic. Los siguientes cuatro partidos mostraron a un Peñarol arrollador, Ganó los 12 puntos que hubo en disputa, convirtió 14 goles y solo recibió 2:
4-1 a Cerro Largo
?5-1 a Sport Huancayo
2-0 a Corinthians (de visitante)
3-0 a River Plate de Asunción
La Era Larriera en números
Mauricio Larriera ya lleva 20 partidos al frente de Peñarol. El mérito de la dirigencia aurinegra parece haber tenido la espalda para bancar las críticas y la paciencia para esperar el rendimiento que aguardaban del equipo y con él la llegada de los resultados contundentes.
De cualquier manera, da la sensación a esta altura de que el nerviosismo llegó de manera muy prematura y estuvo motivado principalmente por la pérdida de algunos puntos que dejaron al equipo afuera de la definición del título.
De los 60 puntos que Peñarol disputó bajo el mando de Larriera, ganó 42, es decir que tuvo un 70% de efectividad. El detalle es el siguiente:
-12 triunfos
?-6 empates
-2 derrotas
-36 goles convertidos
-16 tantos recibido
De los últimos 18 partidos el aurinegro solo perdió 1 y fue el 3-1 ante Plaza Colonia el 20 de marzo. De los restantes 17, ganó 12 y empató 5.
La conclusión es que a Larriera le ha ido bien hasta ahora en Peñarol, pero ahora tiene el plus de que el equipo juega bien, tiene ritmo, gol y solidez defensiva. No es poca cosa con el inicio del Campeonato Uruguayo —ese en el que tiene que salir a cortar la triple coronación de Nacional— a la vuelta de la esquina.