DEPORTE Y TEATRO

De La Cachimba de Salto a los conventillos de Montevideo, después la fama con la camiseta celeste en el pecho y, por fin, la consagración en París, José Leandro Andrade fue seguramente la primera celebridad internacional del fútbol. La parábola siguió con su decadencia, el olvido y la muerte en el asilo Piñeiro del Campo. Pero La Maravilla Negra, como lo llamaron, quedó en la historia. Y ahora tendrá su propio musical.

Los días 4, 5, 6 y 7 agosto, a las 21 horas, se presentará en la sala Nelly Goitiño del Sodre Merveille Noire, el musical de Andrade, a partir de textos de Jorge Chagas, composición y arreglos de Damián Dewailly, coreografía de Tito Rodríguez y puesta en escena de Freddy González. Entre banda, coro, actores y cuerpo de baile unas 30 personas participan en la obra.

Allí, el capitán del equipo uruguayo José Nasazzi canta un tango, un periodista sigue los pasos del futbolista y la leyenda se mete en la narración: hay un encuentro de Andrade con Josephine Baker, la fabulosa actriz y bailarina negra que fue reina de París por esos días. El encuentro existió en las movidas noches de la Ciudad Luz, lo que no está claro es si entre ambos hubo una relación amorosa.

Todo comenzó con una novela de Chagas, Andrade, gloria y tormento, basada en la peripecia histórica del lateral (entonces half derecho) de Nacional, Peñarol y la selección. El libro se publicó en 2003 y obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Yambo Kenia lo musicalizó y fue galardonado en el Carnaval de 2008. Ahora tendrá una nueva edición revisada y corregida, que la editorial Fin de Siglo se prepara a lanzar.

No es el primer musical firmado por Chagas: ya presentó La diosa y la noche, sobre Rosa Luna, basado en otro libro suyo. “No sé música, pero tengo en mi cabeza la velocidad de las canciones. Aprendí que hay un puente entre la literatura y la música. Y los musicales son historias cantadas”, afirma.

En su trabajo, Chagas -licenciado en Ciencia Política, historiador, escritor y periodista- buscó llegar a la verdad sobre algunos mitos que rodean a Andrade. “Si bien es una novela, hice una gran acumulación documental para presentar su vida. Descubrí varias cosas, como que no murió de sífilis, como se creía, sino de un derrame cerebral en el Piñeiro del Campo, donde estaba alojado. Su declinación deportiva no se debió a una enfermedad venérea sino por la diabetes”, asegura.

Tampoco es cierto que haya dejado plantado al colectivo negro que le preparó un recibimiento cuando volvió de Colombes, un malentendido que lo distanció seriamente de ese sector. “Lo que sucedió es que en esa misma fecha le hicieron un homenaje a la madre en Salto, su departamento, organizado justamente por el colectivo negro de Salto. Hay una carta que manda en 1928 que lo cuenta. Fuimos a la prensa de Salto y está todo eso. El libro busca reconciliar a Andrade con el colectivo negro. La novela apunta a un término cristiano, que es la redención”, subraya Chagas.

Andrade, agrega el autor, era un gran bailarín de tango y por eso sedujo en París. “Estuvo en el lugar justo en el momento indicado. Luego de la Gran Guerra los músicos negros entraron con gran fuerza y éxito en Europa y todo estaba predispuesto para recibir a Andrade”, explica.

Andrade incluso despertó admiración en Louis Armstrong, el famoso trompetista y cantante de jazz estadounidense. En este caso, fue durante la gira que Nacional hizo por Estados Unidos en 1927; allí se conocieron. “En 1957 alguien llamó a su casa en Montevideo. Atendió su sobrino Víctor, campeón mundial de 1950, y era Armstrong. No podían creerlo...” cuenta el escritor.

El proyecto sobre Andrade arrancó hace dos años, hubo ensayos y hasta una avant premiére con algunos tramos de la obra, pero luego se reorganizó el proyecto con el mismo material aunque con algunos cambios en el elenco, indica González.

“Lo interesante es la historia de vida de Andrade, similar a la de muchos futbolistas uruguayos que nacieron de un entorno muy pobre y se hicieron su camino. También las de muchos cracks luego volvieron a la pobreza porque era muy difícil hacer la diferencia para pasar tranquilos el resto de la vida”, comenta.

En el elenco aparece la exministra del Interior Daisy Tourné, quien encarna a la condesa amante de Andrade en París. “Ella tiene experiencia como actriz e incursionó en Carnaval. Alejandro Camino hace de un periodista que cuenta la historia y sigue los pasos futbolísticos de Andrade. El protagonista está interpretado por tres actores, que reflejan su niñez (Mathias Olivera), su etapa de jugador (Diego Sosa) y en su final alejado del fútbol (el reconocido cantante Eduardo Da Luz).

El musical “es muy variado”, destaca Dewailly, responsable de las composiciones de las canciones y los arreglos de banda y del coro: son por lo menos ocho géneros sobre 11 canciones en total. “Sobre el texto de Chagas estudié la sonoridad de la época y en base a los textos y el desarrollo de la obra sumamos una especie de milonga, un vals, un poco de foxtrot, funk... No hay murga ni candombe, solo algo parecido a una rumba cubana al estilo James Brown. Andrade no era tan candombero como se cree”, indica.

“Es un material muy rico, con una gran dinámica, excelentes cantantes y músicos. Y los textos están buenísimos”, añade.