MARCA PERSONAL

Con su victoria en el Gran Premio de Austin, Estados Unidos, Max Verstappen, quien ya es campeón, sumó su vigesimotercera victoria en la temporada de Fórmula 1 y le dio a Red Bull el título de constructores. Pero la gran tarea del neerlandés se vio un poco opacada por el verdadero "carrerón" que hizo el español Fernando Alonso.

Al piloto de Alpine le pasó de todo. Comenzó en la posición 14 y se llegó a poner séptimo hasta que chocó con Lance Stroll de Aston Martin. El monoplaza de Alonso hizo un wheelie, impactó contra el muro de contención y perdió algunas piezas. 

Luego de que se retiró el coche de Stroll de la pista, la competencia siguió y, tras la misma, se confirmó que el canadiense recibió una penalización de tres posiciones por su responsabilidad en la maniobra que lo involucró con Alonso. 

El español siguió su camino hasta boxes y, luego de reparar el coche, volvió a la pista para otra espectacular remontada. Regresó a la carrera en la decimoséptima colocación y rebasó a diez monoplazas para volver a quedar séptimo, posición en la que terminó la carrera. 

"Cuando estaba en el aire tenía un poco de miedo y cuando aterricé en el asfalto, pensé que se había roto todo el coche", declaró Alonso, exhausto luego de la carrera. 

"Ha sido la mejor carrera del año, pero el susto lo tengo en el cuerpo. Lance y yo no nos entendimos. En las últimas vueltas iba pensando en el accidente y solo quería que se acabara la carrera. Tenía mucho miedo de acabar contra las barreras, como pasa en la Indy", manifestó el piloto español.