URUGUAYA EN ESPAÑA
La uruguaya está haciendo un máster en Derecho Deportivo para combinar sus dos pasiones, en junio fichó en un equipo español, pero siempre está en busca de nuevas experiencias.
Cuando el deporte dejó de ser un juego, Agustina empezó a darse cuenta del tiempo que le tenía que dedicar a su pasión para que las cosas salieran de la forma en la que ella quería. Empezó a los nueve en AEBU, donde un cartel que decía “necesitamos jugadoras de la categoría 95” la invitó a pasar. No fue hasta su primera cita en con la selección en 2010 que se dio cuenta de las dimensiones de su amor por el handball. “Poder representar a Uruguay me hizo darme cuenta de cuánto me gustaba el deporte. Después tuve la oportunidad de fichar en el exterior, creo que eso fue un plus, pero desde antes sabía que el handball era importante para mi vida”, explica Agustina Modernell (25 años), arquera de handball.
AEBU fue su segunda casa hasta 2018, ahí aprendió las bases del juego y conoció a sus amigas, que ahora son hermanas. En 2019 decidió partir para seguir creciendo y comenzó en Layva. “Busqué dar un pasito de calidad, sabía que era un equipo con gente de mucha experiencia, que me podía ayudar en mi rendimiento. Me hicieron sentir una más desde el minuto cero”, admite.
Su primera salida a Europa surgió en septiembre de 2020. Antes de esto ya había tenido algún que otro contacto para jugar en el exterior. Pero antes estaba la abogacía: “Era un sueño que quería cumplir, pero primero quería terminar la carrera”.
Su primer equipo en el exterior
“Me contactó un representante argentino, me dijo que había un cuadro de Sicilia, Italia, que estaba buscando golera y que la necesitaba cuanto antes (ya estaba por arrancar la temporada). Entonces decidí irme”, y así de rápido Agustina partió al Viejo Continente. Se fue sola, pero sabía que Martina Barreiro, su amiga y compañera de la selección, estaría en su nuevo equipo para instruirla en este nuevo mundo.
“Fue una decisión difícil, soy muy familiera y no sabía realmente cómo me iba a sentir estando lejos de ellos. Pero siempre me apoyaron y era un desafío personal. No importa qué tan lejos o qué tan cerca esté, ellos están ahí al firme”, expresa Agustina.
Dos profesiones que se complementan
Estudiar y hacer deporte se puede, muchos deportistas lo hacen, pero… ¿Hacer la carrera de abogacía y jugar al handball en un club y en la selección? Al parecer sí, porque Agustina lo hizo, pero no fue fácil. “Si soy sincera, ahora lo pienso y esos años fueron muy intensos. Iba a la Universidad de mañana, trabajaba de tarde y de noche entrenaba hasta tarde. Fue difícil compatibilizar los horarios de estudio con los de entrenar, con el trabajo y con la vida social, bueno, con todo”, dice mientras se ríe, porque no le quedaba otra que desvelarse estudiando para salvar las materias.
Pero todo esfuerzo tiene sus recompensas y más uno tan grande. “Al final todo valió la pena. Lo hice con mucho esfuerzo, sabiendo que tenía una meta y que solo la iba a conseguir si trabajaba por ella. Soy consciente que todos tenemos tiempos de aprendizaje distintos, pero siempre que tengo estas oportunidades animo a las más chicas a tratar de compatibilizar el estudio con el deporte”, sostiene convencida.
Agustina llegó a trabajar en Uruguay en la parte contenciosa del Servicio de Garantía de Alquileres (MEF), lo hizo el último año de la carrera desde diciembre de 2018 hasta que se fue a Italia. “Entré como pasante de la facultad. Como abogada en sí no ejercí, porque no me dieron los tiempos de hacer el juramento del título. El coronavirus atrasó un poco todos los trámites”.
El handball para Agustina “es todo, es más que el deporte en sí”. Significa sus amigas, que ahora son familia, “significa viajar y conocer lugares, tomar riesgos. Es una pasión. Y ser abogada es mi otro lado, más consciente, reflexivo, analítico”. Cuando llegó a Italia le pasó que a los italianos les parecía raro que una persona tenga dos profesiones, sobre todo que juegue algún deporte y sea abogada.
Inquieta y curiosa, Agustina siempre busca algo nuevo para hacer
Agustina quiere probar cosas nuevas todo el tiempo, así que en uno de esos impulsos por hacer algo diferente, fue modelo, aunque era algo no estaba en sus planes. “Me surgió la oportunidad, era una chica bastante alta para el promedio y me adaptaba al supuesto perfil. Me presenté a una competencia nacional que se llamaba ‘Nuestra belleza Uruguaya’, que era para clasificarse como la representante de Uruguay en Miss Mundo 2016. Salí designada como representante de Montevideo y quedé entre las 10 primeras. Muchas de ellas eran modelos de profesión y yo hacía lo que podía, pero lo disfrutaba”.
Hizo un curso antes y le fue muy bien, aunque plantea que es un ámbito que le es muy ajeno a ella, “no me sentía del todo cómoda, pero en el momento había pasado varias etapas del concurso y ya me había entusiasmado”, cuenta.
“Hoy en día lo miro y no es lo que elegiría para mí, aunque respeto mucho a la gente que lo hace. Me gustaba en su momento, pero no era compatible con ser deportista, tuve que bajar casi 10 kg y eso me hizo perder mucha masa muscular. Cada pelota me dolía el doble, no era fuerte y había muchos movimientos que empezaron a costarme cada vez más. Mi alimentación no era adecuada para levantar pesas en el gimnasio o entrenar doble horario. Sin darme cuenta terminé promoviendo un estereotipo o un ideal de belleza del que por ahí hoy no estoy tan de acuerdo”, explica.
En cuanto a sus dos pasiones, no podría elegir una, pero el handball es en lo que hace más foco ahora. Porque aún es joven y puede vivir de eso, pero cuando ya no, seguirá como abogada. Además, no descarta seguir vinculada al handball desde otro rol, ayudando a las más chicas.
Nuevo equipo: Uneatlantico Balonmano Pereda
El 28 de junio Agustina firmó con Uneatlantico Balonmano Pereda de España (Segunda División) y dejó atrás AC Life Style Handball Erice (Primera División de Italia). “El paso de la liga italiana a la española lo di buscando más de nivel y una ventana más grande donde poder mostrarme. Con Erice tenía un contrato por una temporada que terminó y mi idea era poder jugar en España. Tuve la oferta de Balonmano Pereda e y no lo pensé dos veces. Es un cuadro con un proyecto ambicioso y con buenas jugadoras para lograrlo. Me interesó su propuesta y decidí dar el paso”, afirma Agustina.
“Con el equipo que estoy ahora las aspiraciones son quedar dentro de los primeros de grupo para poder pelear la fase de ascenso a la máxima categoría. Personalmente me estoy adaptando súper bien al equipo”, expresó.
Y aunque vive su sueño dedicándose a lo que ama en Europa, le gustaría y está dentro de sus planes volver a jugar a Layva en Uruguay.
“Pienso que todo esto que estoy viviendo servirá para poder transmitirlo en Uruguay. Cuando optamos por irnos a jugar afuera estamos haciendo crecer el handball local”.
Selección uruguaya de handball
El próximo campeonato que va a disputar Uruguay es el clasificatorio en Paraguay para el Mundial de España que se jugará en diciembre de este año. Agustina forma parte de la lista de preseleccionadas y explica que sobre la fecha el cuerpo técnico decidirá una lista definitiva con 16 jugadoras que representarán a Uruguay.
Su máximo sueño
Han cumplido muchos sueños, llegar a Italia, a España, pero su máximo deseo deportivo es llegar a unos Juegos Olímpicos. “Es difícil acceder para el handball uruguayo, siempre peleamos con equipos muy fuertes a nivel mundial como Brasil o Argentina. Profesionalmente es poder compatibilizar deporte y abogacía, tengo esa meta muy fija, para ello ya estoy haciendo un máster en Derecho Deportivo en la Universidad de Valencia. Quiero poder trabajar en el sector legal de alguna organización vinculada al deporte o estudio especializado en derecho deportivo”.
“Quiero llegar tan lejos como pueda. Mi meta hoy es crecer, e ir adquiriendo cada vez más nivel en lo personal. Crecer como deportista y en el camino también ir madurando y haciéndolo como persona”.