INVESTIGACIÓN
La investigación demuestra que en países latinoamericanos la COVID-19 afectó la detección temprana y el tratamiento de los pacientes oncológicos en los últimos meses.
La pandemia por el coronavirus afecta las posibilidades dedetección temprana y tratamiento del cáncer, según demostró un estudio reciente realizado en nueve países de América Latina y liderado por el médico oncólogo y expresidente de la República, Tabaré Vázquez.
Para la investigación, la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica (SLACOM) reunió a expertos latinoamericanos en cáncer de Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Honduras, México, Nicaragua y Perú.
Fue en mayo de 2020 que la SLACOMdecidió realizar esta investigación a raíz de la preocupación que había a nivel general en la región por el tema y basados en la experiencia de Uruguay con el Plan Estratégico Nacional que creó en respuesta al impacto de la pandemia de coronavirus.Fue así que para el estudio se analizaron los casos atendidos entre marzo y junio de 2020 en los países mencionados y se comparó ese periodo con el mismo del año pasado; así se confirmó que hubo una reducción, que fue variable según el país, en el número de consultas de primera vez en servicios oncológicos (entre 28% y 38%) y también una reducción en el número de estudios patológicos (entre 6% y 50%), cirugías oncológicas (entre 28% y 70%) y quimioterapias (entre 2% y 54%).
Entre marzo y junio de 2020 hubo, en promedio, entre un 28% y un 70% menos de cirugías oncológicas.
Por otra parte, y de acuerdo con las recomendaciones internacionales de posponer los estudios de tamizaje en los pacientes de riesgo promedio, se confirmó también una importante reducción en los estudios de Papanicolaou (entre 46% y 100%), mamografía (entre 32% y 100%) y sangre oculta en materias fecales.
Los expertos que participaron de este trabajo realizan un urgente llamado a los gobiernos de sus países para que adopten medidas y acciones concretas para controlar el cáncer, una enfermedad no transmisible y de las que más muertes causa en el mundo.
La importancia de poner estos datos sobre la mesa y trabajar para cambiarlos también quedó expuesta tras estudios recientes que se hicieron en Reino Unido: allí, los profesionales estimaron que en los 12 meses siguientes a la pandemia, la mortalidad podría aumentar entre un 20% y un 30% en los pacientes con cáncer.
Además del impacto negativo en la sobrevida, el diagnóstico en etapas más avanzadas determinará un aumento significativo del gasto en la atención del cáncer comparado con el gasto pre-COVID-19.
Propuestas de los expertos.
Para disminuir el impacto negativo de la COVID-19 sobre el control del cáncer a nivel regional, así como también para evitar que se genere una situación incontrolable en los próximos años en la salud pública, el grupo de expertos que participó en esta investigación hizo una serie de propuestas.
Una de ellas es garantizar el acceso a los servicios oncológicos, incluyendo el apoyo al transporte de los pacientes, la eliminación de barreras económicas y el uso de tecnologías de comunicación que permitan la valoración y el seguimiento a distancia.
También indicaron que es importante que se desarrollen programas de comunicación y educación que orienten de manera apropiada a los pacientes oncológicos en relación con la valoración del riesgo de infección por SARS-CoV-2 versus el riesgo de control inapropiado de la enfermedad.
Los responsables de este trabajo resaltan la importancia de tomar medidas que reduzcan el impacto de la pandemia en las condiciones de pobreza, incluyendo la reducción del impacto económico del cáncer sobre los pacientes, mediante el establecimiento de un diálogo permanente entre el sector de la salud y los diferentes sectores de la economía. Esto debe redundar en la toma de medidas balanceadas entre la protección de la salud y la vida y la protección de la infraestructura económica.
También hay que trabajar por la participación de diferentes niveles de atención y profesionales no especializados en oncología, en el cuidado del paciente, mediante el uso apropiado de herramientas de comunicación, la constitución de redes de atención y la estructuración de rutas clínicas con diferentes niveles de responsabilidad.
Que se generen marcos normativos, operativos y económicos que posibiliten y faciliten la implementación de teleorientación y telemedicina también está dentro de las propuestas de los especialistas, así como el desarrollo de planes operativos para la reintroducción progresiva de las actividades de detección temprana de cáncer, que permitan reducir el riesgo de diagnósticos tardíos sin desbordar la capacidad de los servicios oncológicos.
Piden, además, adecuar las guías de práctica clínica para el manejo de pacientes oncológicos de acuerdo a las situaciones locales de la pandemia, la mejor evidencia disponible y ajustadas al nivel de recursos y las características del sistema de salud.
Y hablan también de la importancia de mantener o retomar a la mayor brevedad las medidas para el control de factores de riesgo, en particular las relacionadas con el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, la obesidad, el sedentarismo y la vacunación contra VPH y Hepatitis B.
Asimismo, consideran que sería importante generar sistemas de registro fácilmente operables para evaluar el impacto de la pandemia en el cuidado del cáncer; promover el desarrollo de investigación sobre la COVID-19 y el cáncer, incluyendo su impacto en los pacientes, en los servicios oncológicos y en el personal de salud y promover también la colaboración regional y el intercambio de aprendizajes entre instituciones gubernamentales, académicas y de salud.
La investigación fue liderada por Tabaré Vázquez y coordinada por los doctores Lucía Delgado (Uruguay), Eduardo Cazap (Argentina), Julia Ismael (Argentina), Luiz Santini (Brasil), Bettina Muller (Chile), Carlos Castro (Colombia), Hugo Castro (Guatemala), Suyapa Bejarano (Honduras), Francisco Gutiérrez Delgado ( México), Carlos Vallejos Sologuren (Perú).
La SLACOM resalta que el cáncer es uno de los principales desafíos sanitarios y que son varios los factores que parecen estar en la base del incremento de la morbimortalidad por cáncer en el mundo, en particular, el aumento de la expectativa de vida y en la exposición a factores de riesgo de cáncer asociados el estilo de vida y al desarrollo social y económico.