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A todos les ocurrió más o menos lo mismo. Fueron al Montevideo Comics 2022, pasaron por el Rincón Francófono y alguien les contó del concurso. Algunos conocían a Astérix y Obélix; otros recién se enteraban de su existencia. Pero todos aman dibujar y se animaron a participar.

“Me contaron que Astérix y Obélix habían viajado por muchos lugares, pero que nunca habían venido al Uruguay. Entonces me dijeron que me los imaginara en Uruguay”, cuenta Santiago Uriarte (10 años), alumno de quinto año de la Escuela República del Ecuador que quiere ser abogado como sus padres y su abuelo.

La consigna era que dibujaran la tapa de un posible Astérix en Uruguay, teniendo en cuenta que la mayoría de las historietas del personaje creado por el guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo son del galo visitando países o ciudades del mundo.

Fue así que Santiago le dibujó un mate, una pelota de fútbol y la camiseta de la selección uruguaya. Conocía al personaje por una historieta que había en su casa; luego su padre le regaló otra. Por eso quizás en un futuro estudie francés, pero eso será después de aprender bien inglés, una de las actividades extracurriculares que menciona con orgullo. La otra es el baby fútbol, donde juega como defensa o mediocampista del Deportivo Fútbol Inteligente.

Alessandra Marin (13 años), la ganadora del concurso, eligió los mismos detalles nacionales que Santiago para su Astérix. Es venezolana, llegó al Uruguay hace dos años.

“Mi mamá vino primero y después vinimos mi papá, mi hermana Micaela y yo, y más adelante mis abuelos por parte de mamá”, dice quien se ha adaptado bien a su nuevo país, salvo por el frío. “Vivo todo el día con una sábana encima”, confiesa entre risas esta alumna de primer año del Liceo 14.

Alessandra no sabía de la existencia de Astérix, pero le mostraron unos cuantos libros, una amiga de su madre le buscó una foto y eso le bastó para lanzarse a dibujarlo.

“Me gusta dibujar de chiquita, veo muchos cartoons, veo animés. Suelo dibujar mucho, tengo acuarelas, lienzos… Me gusta bastante dibujar la naturaleza y personajes de animé, pero prefiero hacer mis propios personajes”, dice quien durante mucho tiempo pensó en estudiar medicina, pero que ahora se inclina más por la animación japonesa.

“Me gustaría muchísimo trabajar para el Studio Ghibili, una editorial que hace películas de animé. Me gustaría estudiar animación e informática”, señala y promete ponerse a trabajar en un dibujo en el que esté el Embajador de Francia en Uruguay –Jean-Paul Seytre– estrechando la mano de Astérix y Obélix.

Franco Desevo García (11 años) es otro de los que no conocía a Astérix, pero le alcanzó con ver unas fotos para dibujar a los héroes galos con el mate, tortas fritas y la Puerta de la Ciudadela detrás.

“No lo hice con la intención de ganar sino por diversión. Si digo la verdad, el dibujo no me gustó, así que voy a hacer uno bien, con onda, coloreado y lo voy a mandar a la Embajada”, asegura en diálogo con El País.

Franco está en quinto año de escuela del Colegio Areteia de Solymar, al que no se anima a llevar el pin que recibió por el concurso. “Me muero si lo pierdo”, comenta.

Cuando sea grande le gustaría estudiar algo relacionado con la tecnología o ser policía.

También cursa quinto año, pero del Colegio y Liceo Latinoamericano, Manuel Robaina (10 años). Fue a Montevideo Comics con su amigo Antonio, que fue el que se puso a dibujar primero. Manuel lo siguió y decidió hacer un Astérix con mate, un Obélix con termo, el pabellón nacional y el Cerro Pan de Azúcar de fondo.

“No dibujo mucho, pero me gusta. A veces mis amigos dicen que soy muy bueno. No sé muy bien lo que quiero ser cuando sea grande, pero tengo opciones. Puede ser futbolista o basquetbolista”, cuenta este hincha de Nacional y de Biguá.

Le gustan mucho las historietas como las de Tintin, Gaturro o Mafalda. De Astérix no tiene, pero quizás las sume.

Para Benjamín Barragán (11 años) su participación en el concurso fue parte de una “historia medio graciosa”. Estaba paseando por Montevideo Comics y su abuela vio un mikado en el Rincón Francófono. “Como le encantan me dijo que concursara para ganar uno”, recuerda.

Los mikados se acabaron, pero él fue uno de los seis seleccionados del certamen por un Astérix que dibujó muy abrigado a orillas del Río de la Plata. “Conocía al personaje porque cuando era chiquito tenía un cómic en mi casa y lo leía. Estaba bueno”, cuenta.

Su amor por el dibujo le viene de muy chiquito. Ayudó mucho su hermano mayor que es muy bueno dibujando. A él le gusta copiar personajes de series animadas, como el equipo Rocket. Está en sexto año de la Escuela Bélgica.

Emilia Raffo (12 años) fue la única de los seleccionados que aún no pudo retirar su premio porque estaba de vacaciones cuando se hizo la entrega. La seleccionaron por un Astérix gauchesco por el que no tenía muchas expectativas.

“Lo hice en cinco o 10 minutos y encima no tenía el color de piel adecuado, entonces quedó medio amarillo”, explica. Conocía al personaje por una historieta que su madre tenía, pero que estaba en francés. Va al Instituto Crandon, por lo que sabe inglés; ahora está probando aprender alemán por las suyas.