HISTORIAS MUNDIALES

La Copa del Mundo de la FIFA comenzó esta semana en Seúl la segunda parte de su gira global, que la llevará a recorrer, por primera vez en la historia, a las 32 naciones clasificadas.

Está previsto que pase por Uruguay los días 28 y 29 de octubre. Previamente estará en Brasil y Argentina. La recorrida culminará pocos días antes de que comience el Mundial de Qatar, el 20 de noviembre.

El objetivo de la FIFA es que en 2030 el trofeo visite las 211 federaciones miembros de la organización.

El gran premio mundialista está rodeado por las mayores medidas de seguridad, aconsejadas por los dos robos sufridos por su antecesora, la Copa Jules Rimet: desapareció durante algunos días de su exhibición en Londres 1966 para aparecer tirada en un jardín y luego, en forma definitiva, de la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol en 1983.

La Copa FIFA es exhibida en forma permanente en el Museo de la organización en Zurich, se entrega al campeón mundial durante algunas horas tras su consagración y vuelve de inmediato a Zurich. El seleccionado ganador recibe entonces una réplica.

Se trata de una estatuilla de 36,8 cm de alto y 6,142 kg de peso, cinco de los cuales son de oro 18 quilates. La base, de 13 cm de diámetro, tiene dos anillos de malaquita, un mineral de color verde. La réplica es de cobre y cinc, con tres baños de oro.

El trofeo que hace la gira, presentado como el original, viaja en su propio avión y con su personal de seguridad. Solo ellos, más los campeones y los jefes de estado, pueden tocarlo, según el curioso protocolo de la FIFA.

Será la primera vez que esta estatuilla visite Uruguay, ya que desde que fue instaurada en 1974 los celestes no fueron campeones. La vieja Copa Rimet estuvo dos veces y fue conservada en las bóvedas del Banco República.