MI OPINIÓN
Michael Schumacher dejó su sello inconfundible en la Fórmula Uno, transformándose en el primer piloto en alcanzar un heptacampeonato en dicha categoría. Cabe mencionar que el alemán tuvo que negociar con Ferrari para tener a toda la escudería a su disposición, el mejor escenario al que aspira un piloto con ansias de conquistar el Campeonato Mundial de Pilotos.
Cuando Damon Hill se enfrentó a Schumacher, no sólo tuvo que luchar contra él, sino que además debió batallar contra su compañero de equipo en Williams, el británico David Coulthard. Como Damon Hill tenía firmes posibilidades de ganar el campeonato, le solicitó a Williams que le pidiera a Coulthard que lo ayudara en las carreras.
Dado que a Williams solamente le interesaba el Campeonato de Constructores, hizo oídos sordos al pedido de Hill. En cierto sentido, el equipo aplicó la mejor estrategia para el deporte, ya que dejaba que sus dos pilotos pujaran siempre por la victoria.
Para Hill, el costo era alto, pues debía luchar contra dos oponentes y no sólo uno, al tiempo que Schumacher simplemente se enfrentaba a un único rival, Hill, pues su compañero de equipo, estaba a sus órdenes.