Un artesano que se siente como pez en el agua entre la madera y las computadoras

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Diego López Brandón

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A Diego López Brandón el diseño lo conquistó desde chico. Hoy utiliza sus conocimientos en diseño gráfico para realizar pinturas análogo digitales y artesanías en madera compensada.

"De niño jugaba en casa de un amigo con Recreo, una revista para recortar y armar. Construíamos ciudades, puentes, barcos, aviones. Mi amigo también tenía una enciclopedia infantil con ilustraciones que por alguna razón me fascinaban”. Así empezaba su presentación para la exposición de arte Introversiones Extrovertidas (2019), Diego López Brandón.

Este diseñador gráficoy artesano de 57 años, al que también atraían mucho las carátulas de los discos que había en su casa, le atribuye un gran peso en su vocación al “tallercito de carpintería” que su padre había armado en el fondo de la casa. “En una época hacíamos piezas con el torno. Torneábamos lapacho, cedro, y hacíamos centros de mesa, portalápices y cajitas que después vendíamos con mi hermano en la Feria de Villa Biarritz”, recuerda.

Diego López Brandón
Trabaja con madera compensada que corta en capas con una máquina láser. 

Sus padres se dieron cuenta de que allí existía una pasión a explotar y con 15 años lo mandaron a aprender dibujo y pintura a un taller en el Prado. Cuenta que tomaba el 183 Paso Molino para ir al taller del reconocido artista plástico Dumas Oroño, donde vivía una fiesta de “retratos, naturalezas muertas, salida a la feria barrial a tomar apuntes, charlas con diapositivas, idas al Prado y al puerto con caballete, texturas, ritmos, colores”.

Más adelante, en los años 90, aprendió joyería en la Escuela Figari y descubrió el taller de Hugo Alíes, el diseñador gráfico que le hizo darse cuenta de que ese era su camino. Dejó entonces la Facultad de Arquitectura, en la que no se sentía muy cómodo, y pasó por otros lugares más afines con su vocación, como Bellas Artes o el Centro de Diseño Industrial.

Diego López Brandón
Llama a sus pinturas análogo digitales porque utiliza a las computadoras en el proceso.

Llegó a trabajar con Alíes, lo cual lo animó para ir a golpear la puerta de la hoy desaparecida Impresora Uruguaya Colombino con una carpeta con dibujos. Consiguió entrar en lo que fue su primer trabajo. “Ahí aprendí cómo se trabaja en imprenta porque una cosa eran los dibujos que yo podía hacer y otra cosa era preparar originales para imprimir”, dice quien luego estuvo unos cuantos años en la imprenta de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU).

Esa formación práctica lo animó a montar con unos amigos, algunos diseñadores, otros arquitectos, su propio estudio de diseño gráfico. Pero la veta artesanal seguía presente, por lo que en paralelo empezó a participar de la Feria del Libro y del Grabado de Nancy Bacelos con todo tipo de trabajos. “Estuve con joyería, con un amigo hice tarjetas, también cajas torneadas y talladas…”, apunta.

Si bien el diseño gráfico nunca desapareció y le quedaron clientes para los que hace algún que otro trabajo puntual, hoy está más volcado a la artesanía. Y dentro de esta última, lo que predomina en el último tiempo son los trabajos en madera, como esculturas y cuadritos, y las pinturas que llama análogo digitales porque utiliza la tecnología para realizarlas.

Diego López Brandón
Para los cuadritos corta la madera en capas y las va superponiendo, pegando y pintando.

Comolopezenelagua es su marca actual

Comolopezenelagua es el nombre que desde hace cinco años adoptó Diego López Brandón para sus trabajos artesanales. “Tiene un doble sentido. Uno es porque me siento cómodo en lo que hago, como pez en el agua; el otro es una especie de chiste homenaje a mi padre, que no sabía nadar, o sea que López en el agua no iba a durar mucho”, cuenta entre risas. Sus productos se han hecho muy conocidos en la feria Ideas+ y con el boca a boca. Actualmente busca ampliar más su salida con el uso de las redes sociales (tiene Instagram y Facebook) y con lo que pueda volcar en su sitio web diegolopezbrandon.com. Hace algunos trabajos por encargo.

Diego López Brandón
Los animales son un motivo que se repite en las esculturas de todo tamaño que realiza.

Método de trabajo.

Para hacer las pinturas, primero dibuja con lápiz o lo que sea lo que va a representar, lo pasa a la computadora y con programas especiales de diseño les da texturas y colores. “El producto final es una impresión de alta calidad hecha 100% en algodón, libre de ácido, para que perdure”, aclara quien cuenta con la ayuda de Ana, su pareja.

Para las artesanías aplica el mismo método y trabaja con madera compensada que corta en capas con una máquina láser, lo que le permite lograr precisión. “Las superpongo, pego, pinto, y de ahí salen las esculturas y los cuadritos”, explica.

Diego López Brandón
Para los cuadritos utiliza también otros materiales; se venden mucho en la feria Ideas+.

Confiesa que lo que más le interesa hacer son las esculturas grandes “porque tienen otra cabeza, les ponés otro pienso”.

Para todo lo que hace reconoce que ha sido clave toparse con el trabajo de los ilustra-diseñadores. “Varios de ellos eran los que me hacían conmover en mi infancia sin conocerlos”, dice y recuerda la enciclopedia infantil, los discos de Viglietti y Los Olimareños o el libro de francés del liceo. “El círculo se cierra”, piensa, encontrándole un sentido a todo.

Grandes maestros y muchas distinciones

El primer contacto que Daniel López Brandón tuvo con la madera fue en el taller de carpintería que su padre tenía en el fondo de la casa, donde aprendió técnicas de tornería. Ya siendo liceal realizó estudios de dibujo y pintura en el taller de Dumas Oroño. Pasó por la Facultad de Arquitectura, pero no le gustó. Prefirió el diseño gráfico y en eso se formó con Hugo Alíes. Egresó de la Escuela de Artes y Oficios Pedro Figari del curso de joyería. Además, hizo el Seminario Taller de Comunicación Visual, a cargo de docentes de la Universidad de Buenos Aires, para formación de profesores para la carrera de Comunicación Visual a crearse en la Facultad de Arquitectura, donde hoy es docente.
A lo largo de su carrera ha recibido gran cantidad de premios y distinciones, entre las que se encuentran muchos primeros premios en concursos de logotipos (1996, Montevideo Capital Cultural de Iberoamérica, Federación Uruguaya de Teatros Independientes, Universidad de la República, entre muchos otros); dos primeros premios en el concurso de afiche para la Feria del Libro Infantil y Juvenil; primer premio en la 1a. Bienal del Objeto Artesanal y en el Concurso Nacional de Artesanías 98 en la categoría Vestimenta y Accesorios. Fue seleccionado para participar por Uruguay en el Premio Artesanías 99 para América Latina y el Caribe, organizado por la UNESCO.
Ha realizado varias muestras, individuales y colectivas (estas últimas con el colectivo Escala Humana). Estuvo muchos años en la Feria del Libro y el Grabado de Nancy Bacelos y hace cinco años que se encuentra en Ideas+.
Sus productos están en locales de Colonia (Peldaños y Malvón) y en Montevideo en la galería Acatras del Mercado y Manos del Uruguay.

Diego López Brandón
Uno de los afiches que ha hecho para determinados eventos y que ha recibido premios.

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