COPA LIBERTADORES
El aurinegro no cumplió el objetivo de sacar puntos jugando fuera de casa, quedó último y ni siquiera ganando los próximos partidos se asegura avanzar a octavos de final.
El carbonero dominó los primeros 15 minutos con mucha claridad en su juego. Empezó con un 1-4-3-3 y con los volantes lanzando en velocidad permanentemente a Ignacio Laquintana, quien otra vez volvió a fallar en el último toque. No pudo culminar ninguna jugada.
Peñarol estaba como para ponerse en ventaja porque era más, porque dominaba y porque generó sus chances claras, pero falló y a los 17’ se lesionó Jorge Recalde. La salida del Pollo fue un alivio para el equipo paraguayo: le cambió todo.
Con el ingreso de Fernando Cardozo el Decano de Paraguay pasó a jugar con línea de cuatro y mejoró un montón. Tanto mejoró que lo empezó a pasar por arriba a un Peñarol que se desdibujó y que después de haber dominado el partido, lo empezó a sufrir.
Lo padeció de tal manera que Olimpia empezó a generar situaciones de peligro una tras otra y Kevin Dawson comenzó a transformarse en figura evitando la caída de su arco hasta que luego de la tercera atajada clara y un palo que salvaron al mirasol, llegó el gol del local. Fue a los 33’ cuando Saúl Salcedo cabeceó y la mandó a guardar para poner el 1-0. Golpazo para Peñarol.
No hubo reacción futbolística ni anímica. El equipo se fundió. Los cambios del complemento no funcionaron y mientras tanto, el local buscaba alguna chance más como para aumentar. La tuvo, pero no pudo aprovecharla y se conformó con el 1-0.
Peñarol llevó el respirador a Asunción y se lo puso a Olimpia. Le dio vida al Decano de Paraguay y se complicó su chance de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores. Otra vez.
Lo que se le viene a Peñarol
Las dos derrotas en Asunción del Paraguay dejaron a Peñarol en el último lugar del Grupo G de la Copa Libertadores y muy complicado.
Cumplidas las cuatro primeras jornadas de la serie, Cerro Porteño y Colón de Santa Fe lideran con siete puntos, Olimpia quedó tercero con cinco y el mirasol último con tres, pero aún quedan dos fechas que serán decisivas.
La situación de Peñarol, al no haber podido lograr sumar de visitante, es compleja, pero jugará dos partidos en el Estadio Campeón del Siglo. El martes 17 de mayo recibirá a Cerro Porteño (un día después Olimpia visitará a Colón) y el miércoles 25 a Colón de Santa Fe, jornada en la que se jugará además el clásico paraguayo en La Nueva Olla.
Si el mirasol gana los dos juegos como locatario llegará a nueve unidades, pero no tendrá segura su clasificación a los octavos de final de la Libertadores.
Si suma los seis puntos es un hecho que el equipo de Mauricio Larriera conseguirá su pasaje a la Copa Sudamericana, pero la aspiración es avanzar a octavos de la Libertadores por más que el panorama no es el mejor.
De todas maneras, el Grupo G promete tener un desenlace para el infarto y en ese tire y afloje está Peñarol, que volvió a perder y que ahora debe ganar todo lo que le queda y esperar otros resultados para ver si puede romper una racha de 11 años sin avanzar a la zona de playoff de la Copa Libertadores. La última vez que lo hizo, en 2011, llegó hasta la final.